123282.fb2 Harry Potter and The Deathly Hallows - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 130

Harry Potter and The Deathly Hallows - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 130

“Ella era su favorita,” dijo él, y mientras lo dec´ıa, un escolar desali˜nado pareció surgir a través de mugrienta y enredada barba. “No Albus, que siempre estaba en su dormitorio cuando estaba en casa, leyendo sus libros y contando sus premios, manteniendo correspondencia con ’los más notables nombres mágicos de la actualidad’ ” gru˜nó Aberforth.. “No quer´ıa molestarse con ella. A ella le gustaba más yo. Yo pod´ıa llevarle la comida cuando no pod´ıa mi madre, la calmaba cuando ten´ıa uno de sus ataques de rabia, y cuando estaba tranquila, sol´ıa ayudarme a alimentar a las cabras.”

“Entonces, cuando ten´ıa catorce a˜nos... Veréis, yo no estaba all´ı” dijo Aberfoth. “Si hubiera estado all´ı, podr´ıa haberla calmado. Tuvo una de sus rabietas, y mi madre ya no era tan joven como antes, y... fue un accidente. Ariana no pudo controlarlo. Pero mi madre murió.”

Harry sintió una horrible mezcla de pena y repulsión, no quer´ıa o´ır nada más, pero Aberfoth siguió hablando, y Harry se preguntó cuanto hac´ıa que no hablaba de esto; de hecho, si alguna vez hab´ıa hablado de ello.

“As´ı que eso dio al traste con el viaje de Albus alrededor del mundo con el peque˜no Doge. Los dos volvieron a casa para el funeral de mi madre y después Doge se fue por su cuenta, y Albus se quedó como cabeza de familia. ¡Ja!”

Aberforth escupió en el fuego.

“Yo me habr´ıa ocupado de ella, as´ı se lo dije, no me importaba la escuela. Me hubiera quedado en casa y lo hubiera hecho. Él me dijo que ten´ıa que terminar mi educación y que él ocupar´ıa el lugar de mi madre. Un poco bajo para el Se˜nor Brillante, no hab´ıa ningún logro en ocuparse de tu hermana medio loca y evitar que volara la casa un d´ıa si y otro también. Pero lo hizo muy bien durante unas semanas... hasta que llegó él.”

Y ahora una mirada positivamente peligrosa se arrastró hasta la cara de Aberforth.

“Grindelwald. Y al fin mi hermano ten´ıa un igual con el que hablar, alguien tan brillante y talentoso como él. Y ocuparse de Ariana pasó a ocupar un lugar secundario, mientras tramaban sus planes para un Nuevo Orden Mágico y buscaban Reliquias, y lo que fuera en lo que estaban interesados. Grandes planes en beneficio de toda la raza mágica, ¿y si se era negligente en el cuidado de una jovencia, que importaba, cuando Albus estaba trabajando por el bien mayor?”

“Pero después de unas semanas, yo ya hab´ıa tenido suficiente. Casi me hab´ıa llegado el momento de volver a Hogwarts, as´ı se lo dije, a los dos, cara a cara, como os lo estoy diciendo ahora,” y Aberfoth bajó la mirada hasta Harry, y requirió poca imaginación verle como un adolescente, tieso y enfadado, enfrentando a su hermano mayor. “Le dije, será mejor que despiertes ahora. No puedes moverla, no en su estado, no puedes llevártela contigo adonde quiera que estés planeando ir cuando estás haciendo tus astutos discursos, intentando reunir seguidores. No le gustó eso,” dijo Aberforth y sus ojos se opacaron brevemente por la luz del fuego sobre los cristales de las gafas. Se volvió blanco y ciego de nuevo. “A Grindelwald no le gustó en absoluto. Se enfadó. Me dijo que era un estúpido muchachito, intentando interponerme en el camino de mi brillante hermano... ¿Es que yo CAPÍTULO 28. EL ESPEJO PERDIDO

323

no entend´ıa que mi pobre hermana tendr´ıa que permanecer oculta, una vez ellos cambiaran el mundo, y lideraran a los magos abandonando el ocultamiento, y ense˜naran a los muggles cual era su lugar?”

“Y hubo una discusión... y yo saqué mi varita, y él la suya, y me encontré sufriendo una Maldición Cruciatus a manos del mejor amigo de mi hermano... y Albus estaba intentando detenerle, y entonces los tres nos ensarzamos en un duelo, y los destellos de luces y los ruidos la atrayeron, no pudo quedarse...”

El color desapareció de la cara de Aberfoth, como si hubiera sufrido una herida mortal.

“... y creo que quer´ıa ayudar, pero en realidad no sab´ıa qué estaba haciendo, y no sé cual de nosotros lo hizo, pudo haber sido cualquiera... y estaba muerta.”

Su voz se rompió en la última palabra y se dejó caer en la silla más cercana.

La cara de Hermione estaba ba˜nada en lágrimas, y Ron estaba casi tan pálido como Aberfoth. Harry no sent´ıa nada más que repulsión. Deseó no haberlo o´ıdo, deseó poder limpiarlo de su mente.

“Yo... lo.. lo siento mucho,” susuró Hermione.

“Desaparecida” graznó Aberfoth.. “Desaparecida para siempre.”

Se limpió la nariz con la manga y se aclaró la garganta.

“Por supuesto, Grindelwald puso pies en polvorosa. Ya ten´ıa un historial, allá en su pa´ıs, y no quer´ıa que Arianna se sumara a su cuenta también. Y Albus estaba libre,

¿verdad? Libre de la carga de su hermana, libre para convertirse en el más grande de los magos de...”

“Nunca fue libre” dijo Harry.

“¿Perdón?” dijo Aberforth.

“Nunca” dijo Harry.. “La noche en que su hermano murió, bebió una poción que le volvió loco. Empezó a gritar, suplicando a alguien que no estaba all´ı... ˜

No les hagas da˜no,

por favor... házmelo a m´ı’.”

Ron y Hermione miraban fijamente a Harry. Nunca hab´ıa entrado en detalles sobre lo que hab´ıa ocurrido en la isla del lago. Los eventos que hab´ıan tenido lugar después de que él y Dumbledore volvieran a Hogwarts lo hab´ıan eclipsado concienzudamente.

“Creyó estar de vuelta all´ı con usted y con Gridelwald, lo sé” dijo Harry, recordando a Dumbledore susurrando y suplicando. “Creyó estar viendo como Grindelwald les hac´ıa da˜no a usted y a Ariana... Fue una tortura para él. Si le hubiera visto entonces, no dir´ıa que era libre.”

Aberfoth parec´ıa perdido en la contemplación de sus propias manos nudosas y venosas.

Después de una larga pausa dijo,

“¿Cómo puedes estar seguro, Potter, de que mi hermano no estaba más interesado en el bien mayor que en ti? ¿Cómo puedes estar seguro de que no eres prescindible, como mi hermanita?”

Un afilado trozo de hielo atravesó el corazón de Harry.

“Yo no lo creo. Dumbledore quer´ıa a Harry,” dijo Hermione.

“¿Por qué no le dijo que se ocultara entonces?” disparó Aberforth. ¿Por qué no le dijo

’Cuida de ti mismo, as´ı es como sobrevivirás’ ?”

CAPÍTULO 28. EL ESPEJO PERDIDO

324

“¡Porque,” dijo Harry antes de que Hermione pudiera responder, “algunas veces tienes que pensar en algo más que en tu propia seguridad! ¡Algunas veces tienes que pensan en el bien mayor! ¡Esto es una guerra!”

“¡Tienes diecisiete a˜nos, chico!”

“¡Soy mayor de edad, y voy a seguir luchando incluso si usted se ha rendido!”

“¿Quién dice que me haya rendido?”

“La Orden del Fénix está acabada,” repitió Harry. “Quien-tu-ya-sabes ha ganado, se acabó, y cualquiera que finja lo contrario se enga˜na a s´ı mismo.”

“¡No dije que me gustara, pero es la verdad!”

“No, no lo es” dijo Harry.. “Su hermano sab´ıa cómo terminar con Quien-usted-ya-sabe y me pasó a m´ı el conocimiento. Voy a seguir adelante hasta que tenga éxito... o muera.

No crea que no sé como podr´ıa terminar esto. Lo sé desde hace a˜nos.”

Esperó a que Aberfoth se quejara o discutiera, pero no lo hizo. Simplemente se movió.

“Tenemos que entrar en Hogwarts” dijo de nuevo Harry. “Si no puede ayudarnos, esperaremos hasta que sea de d´ıa, le dejaremos en paz, e intentaremos encontrar una forma de entrar por nuestra cuenta. Si puede ayudarnos... bueno, ser´ıa un gran momento para mencionarlo.”

Aberforth permaneció pegado a su silla, mirando a Harry a los ojos, con esos ojos que se parec´ıan tan extraordinariamente a los de su hermano. Al fin se aclaró la garganta, se puso en pie, rodeó la mesa, y se aproximó al retrato de Ariana.

“Ya sabes qué hacer” dijo él.

Ella sonrió, se giró, y salió, no como hacia normalmente la gente por el costado de sus marcos, sino a lo largo de lo que parec´ıa un largo túnel pintado tras ella. Observaron su pálida figura retraerse hasta que finalmente fue tragada por la oscuridad.