123282.fb2 Harry Potter and The Deathly Hallows - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 17

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“¿Stan?” repitió Hermione. “Pero yo cre´ıa que estaba en Azkaban.”

Kingsley dejó escapar una risa pesarosa.

“Hermione, obviamente ha habido una fuga en masa que el Ministerio ha encubierto.

La capucha de Travers cayó cuando le maldije, se supon´ıa que estaba dentro también.

¿Pero qué te pasó a ti, Remus? ¿Dónde está George?”

“Perdió una oreja,” dijo Lupin.

“¿Perdió una.. ?” repitió Hermione con voz aguda.

“Cosa de Snape,” dijo Lupin. ‘

‘¿Snape? ” gritó Harry. “No dijiste...”

“Perdió la capucha durante la persecucion. Sectumsempra siempre fue la especialidad de Snape. Desear´ıa poder decir que le devolv´ı el favor, pero todo lo que pude hacer fue mantener a George sobre la escoba después de que resultara herido, estaba perdiendo demasiada sangre.”

El silencio cayó entre los cuatro mientras miraban al cielo. No hab´ıa ningún signo de movimiento, las estrellas estaban fijas, sin parpadear, indiferentes, sin quedar oscurecidas por amigos en vuelo. ¿Dónde estaba Ron? ¿Dónde estaban Fred y el Se˜nor Weasley?

¿Dónde estaban Bill, Fleur, Tonks, Ojoloco, y Mundungus?

“¡Harry, échame una mano!” llamó Hagrid roncamente desde la puerta, en la que estaba atascado de nuevo. Contento de poder hacer algo, Harry le liberó, atravesó la cocina vac´ıa y volvió al salón, donde la Se˜nora Weasley y Ginny todav´ıa estaban atendiendo a George.

La Se˜nora Weasley ya hab´ıa detenido la hemorragia, y a la luz de la lámpara Harry vio una limpia herida abierta donde hab´ıa estado la oreja de George.

“¿Cómo está?”

La Se˜nora Weasley miró alrededor y dijo. “No puedo hacerla crecer, no cuando ha sido arrancada con Magia Oscura. Pero podr´ıa haber sido mucho peor... Está vivo.”

CAPÍTULO 5. GUERRERO CAIDO

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“Si,” dijo Harry. “Gracias a Dios.”

“¿He o´ıdo a alguien más en el patio?” preguntó Ginny.

“Hermione y Kingsley,” dijo Harry.

“Menos mal” susurró Ginny. Se miraron el uno al otro. Harry deseaba abrazarla, sujetarla, ni siquiera le importaba mucho que la Se˜nora Weasley estuviera all´ı, pero antes de poder llevar a cabo el impulso, se produjo un gran estrépito en la cocina.

“¡Probaré quien soy, Kingsley, después de haber visto a mi hijo, ahora apártate de mi camino si sabes lo que te conviene!”

Harry nunca antes hab´ıa o´ıdo al Se˜nor Weasley gritar as´ı. Irrumpió en el salón, su calva brillaba por el sudor, sus gafas estaban torcidas, Fred iba justo tras él, ambos pálidos pero ilesos.

“¡Arthur!” sollozó la Se˜nora Weasley. “¡Oh, gracias a Dios!”

“¿Cómo está?”

El Se˜nor Weasley cayó de rodillas junto a George. Por primera vez desde que Harry le conoc´ıa, Fred parec´ıa haberse quedado sin palabras. Jadeó sobre el respaldo del sofá ante la herida de su gemelo como si no pudiera creer lo que estaba viendo.

Quizás alterado por el sonido de la llegada de Fred y su padre, George se movió.

“¿Cómo te sientes, Georgie?” susurró la Se˜nora Weasley.

Los dedos de George tanteron el costado de su cabeza.

“Bendecido,” murmuró.

“¿Qué le pasa?” croó Fred, con aspecto aterrado. “¿Su mente se ha visto afectada?”

“Bendecido” repitió George, abriendo los ojos y mirando a su hermano. “Ves... Santi-ficado. Agujereado, Fred, ¿verdad?”

La Se˜nora Weasley sollozó más fuerte que nunca. El color fluyó a la cara pálida de Fred.

“Patético” dijo a George. “¡Patético! Con todo un mundo lleno de humor verbal ante t´ı, ¿vas y haces que te dejen sin oreja?”

“Ah, bueno,” dijo George, sonriendo a su madre ba˜nada en lágrimas. “Ahora al menos podrás distinguirnos, Mamá. Miró alrededor.”

“Hola, Harry... ¿eres Harry, verdad?”

“Si, soy yo,” dijo Harry, acercándose al sofá.

“Bueno, al menos conseguimos que llegaras bien” dijo George. “¿Por qué no están Ron y Bill rondando mi cama de enfermo?”

“No han vuelto aún, George,” dijo la Se˜nora Weasley. La sonrisa de George palideció.

Harry miró a Ginny y le hizo se˜nas para que le acompa˜nara a la parte de atrás. Mientras atravesaban la cocina ella dijo en voz baja.

“Ron y Tonks deber´ıan haber vuelto ya. No era un viaje largo. La casa de T´ıa Muriel no está lejos de aqu´ı.”

Harry no dijo nada. Hab´ıa estado intentando mantener el miedo a raya desde que alcanzara la Madriguera, pero ahora este le envolv´ıa, pareciendo arrastrarse por su piel, latiendo en su pecho, cerrando su garganta. Mientras bajaban los escalones de atrás hasta CAPÍTULO 5. GUERRERO CAIDO

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el oscuro patio, Ginny le cogió la mano.

Kingsley se estaba paseando de acá para allá, mirando al cielo cada vez que giraba. A Harry le recordó a T´ıo Vernon paseándose por el salón hac´ıa un millón de a˜nos. Hagrid, Hermione, y Lupin estaba de pie hombro con hombro, mirando hacia arriba en silencio.

Ninguno de ellos miró alrededor cuando Harry y Ginny se unieron a su silenciosa vigilia.

Los minutos se estiraron a lo que bien podr´ıan haber sido a˜nos. El más ligero soplo de viento les hac´ıa saltar a todos y girarse hacia el arbusto susurrante o el árbol con la esperanza de que uno de los miembros restantes de la Orden pudiera saltar indemne de entre sus hojas.

Y entonces una escoba se materializó directamente sobre ellos y se acercó a gran velocidad a tierra.

“¡Son ellos!” gritó Hermione.