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simplemente lo siento?”
“Bueno, ¿qué más puedo decir?” gritó Ron, y Harry se alegró de que Ron estuviera contraatacando.
“¡Oh, no sé!” chilló Hermione con feo sarcasmo. “Registra tu cerebro, Ron, eso solo deber´ıa llevarte un par de segundos...”
“Hermione” intervino Harry, que consideró eso un golpe bajo. “acaba de salvarme la...”
“¡No me importa!” gritó ella. “¡No me importa lo que ha hecho! Semanas y semanas en las que podr´ıamos haber muerto por lo que él sab´ıa...”
“¡Sab´ıa que no estábais muertos!” bramó Ron, ahogando la voz de ella por primera voz y acercándose tanto como pod´ıa con el Encantamiento Escudo entre ellos. “Harry está todo el rato en El Profeta, en la radio, le están buscando por todas partes, hay todo tipo de rumores e historias alocadas. Sab´ıa que lo oir´ıa si estabais muertos, no sabes lo que ha sido...”
“¿Lo que ha sido para ti?”
Su voz era tan chillona que pronto sólo los murciélago podr´ıan o´ırla, pero hab´ıa alcanzado un nivel de indignación que la dejó temporalmente muda, y Ron aprovechó la ocasión.
“¡Quise volver en el minuto en que Desaparec´ı, pero me met´ı directamente en medio de una banda de Merodeadores, Hermione, y no pude ir a ninguna parte!”
“¿Una banda de qué?” preguntó Harry, mientras Hermione se lanzaba sobre una silla con los brazos y las piernas cruzadas tan firmemente que parec´ıa improbable que fuera a poder desenredarlos en varios a˜nos.
“Merodeadores” dijo Ron. “Están por todas partes... bandas intentando ganar oro persiguiendo a nacidos muggles y traidores de sangre, hay una recompensa desde el Ministerio por cualquiera capturado. Yo estaba solo, y parec´ıa que pudiera tener edad escolar; estaban realmente excitados, creyeron que era un nacido muggle a la fuga. Tuve que hablar rápido para evitar que me arrastraran hasta el Ministerio.”
“¿Qué les dijiste?”
“Les dijo que era Stan Shunpike. La primera persona en quien pude pensar.”
“¿Y se lo creyeron?”
“No eran muy brillantes. Uno de ellos era definitivamente en parte troll, ol´ıa como ellos...”
Ron miró a Hermione, claramente esperando que se hubiera suavizado tras este peque˜no lapsus de humor, pero la expresión de ella permaneció pétrea sobre sus extremidades altamente anudadas.
“De cualquier modo, empezaron a discutir sobre si yo era Stan o no. Fue un poco patético, para ser honesto; pero aún as´ı hab´ıa cinco de ellos y yo era solo uno, y ellos me hab´ıan quitado la varita. Entonces dos de ellos empezaron a pelear y mientras los otros estaban distra´ıdos me las arreglé para golpear al que me sujetaba en el estómago, agarré mi varita, Desarmé al tipo que me sujetaba, y Desaparec´ı. No lo hice muy bien.
Me escind´ı otra vez” Ron mantuvo en alto su mano derecha que mostraba dos u˜nas desaparecidas. Hermione alzó las cejas fr´ıamente “y fui a parar a miles de millas de donde estábais. Para cuando consegu´ı volver a ese tramo de ribera donde hab´ıamos estado... os CAPÍTULO 19. LA CIERVA PLATEADA
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hab´ıais ido.”
“Córcholis, que historia tan absorbente” dijo Hermione con el tono más agudo que adoptaba cuando quer´ıa herir. “Debes haber estado realmente aterrado. Mientras, nosotros fuimos al Valle de Godric y, pensemos, ¿qué ocurrió all´ı, Harry? Oh, si, la serpiente de Quien-Tu-Ya-Sabes apareció, casi nos mata a los dos, y entonces el mismo Quien-Tu-YaSabes llegó y no nos pilló por cuestión de un segundo.”
“¿Qué?” dijo Ron, boqueando de ella a Harry, pero Hermione le ignoró.
“¡Imagina, ha perdido dos u˜nas, Harry! Eso realmente pone nuestros sufrimientos en rid´ıculo, ¿verdad?”
“Hermione” dijo Harry calmadamente. “Ron acaba de salvarme la vida.”
Ella fingió no haberle o´ıdo.
“Sin embargo hay una cosa que me gustar´ıa saber” dijo, fijando los ojos en un punto sobre la cabeza de Ron. “¿Cómo exactamente nos has encontrado esta noche? Eso es importante. Una vez lo sepamos, podremos asegurarnos de que no somos visitados por nadie más a quien no queramos ver.”
Ron la miró fijamente, después sacó un peque˜no objeto plateado del bolsillo de sus vaqueros.
“Con esto.”
Hermione tuvo que mirar a Ron para ver lo que les estaba mostrando.
“¿El Desiluminador?” preguntó, tan sorprendida que se olvidó de mirarle fr´ıa y ferozmente.
“No solo apaga y enciende las luces” dijo Ron. “No sé como funciona o por qué ocurrió entonces ni ninguna otra vez, porque hab´ıa estado deseando volver desde que me marché. Pero estaba escuchando la radio temprano en la ma˜nana de Navidad y o´ı... te o´ı.”
Estaba mirando a Hermione.
“¿Me o´ıste por la radio?” preguntó ella incrédulamente.
“No, te o´ı en mi bolsillo. Tu voz” Volvió a sostener en alto el Desiluminador “sal´ıa de esto.”
“¿Y qué dije exactamente?” preguntó Hermione, su tono rondaba entre el exceptisismo y la curiosidad.
“Mi nombre, ’Ron’. Y dijiste... algo sobre una varita...”
Hermione se volvió de un feroz tono escarlata. Harry recordó cuando hab´ıa sido la primera vez que el nombre de Ron hab´ıa sido pronunciado en voz alta desde el d´ıa en que se marchara. Hermione lo hab´ıa mencionado cuando hablaban de reparar la varita de Harry.
“As´ı que lo cog´ı” siguió Ron, mirando al Desiluminador “y no parec´ıa diferente ni nada, pero estaba seguro de haberte o´ıdo. As´ı que lo accioné. Y la luz se apagó en mi habitación, pero otra luz apareció justo fuera de la ventana.”
Ron alzó su mano vac´ıa y se˜naló delante de él, sus ojos estaban enfocados en algo que ni Harry ni Hermione pod´ıan ver.
“Era una bola de luz, una especie de luz pulsante, y azulada, como la luz que sale de CAPÍTULO 19. LA CIERVA PLATEADA
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un Traslador, ¿sabéis?”
“Si” dijeron juntos automáticamente Harry y Hermione.
“Sab´ıa que era esto” dijo Ron. “Cog´ı mis cosas e hice el equipaje, después me puse la mochila y sal´ı al jard´ın.”
“La peque˜na bola de luz estaba all´ı revoloteando, esperando por m´ı, cuando sal´ı osciló y la segu´ı hasta detrás del cobertizo y entonces... buen, entró dentro de m´ı.”
“¿Perdona?” dijo Harry, seguro de no haber o´ıdo bien.
“La cosa esa flotó hacia m´ı” dijo Ron, ilustrando el movimiento con su dedo ´ındice libre “justo hasta mi pecho, y entonces... simplemente lo atravesó. Estaba ah´ı” Se tocó un punto cerca del corazón. “Pod´ıa sentirla, estaba caliente. Y una vez dentro de m´ı, supe lo que se supon´ıa que ten´ıa que hacer. Sab´ıa que me llevar´ıa a donde necesitaba ir. As´ı que me Desaparec´ı y llegué a la ladera de una colina. Hab´ıa nieve por todas partes...”
“Estábamos all´ı” dijo Harry. “Pasamos dos noches all´ı, ¡y la segunda noche la pasé pensando que pod´ıa oir a alguien moviéndose alrededor en la oscuridad y llamándome!”
“Si, bueno, ese deb´ıa que ser yo” dijo Ron. “Vuestros hechizos protectores funcionan, por cierto, porque no pod´ıa veros ni o´ıros. Sin embargo estaba seguro de que estábais por ah´ı, as´ı que al final cog´ı mi saco de dormir y esperé a que alguno de vosotros apareciera.