123307.fb2 HARRY POTTER Y EL PRINCIPE MESTIZO - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 10

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Vernon Dursley entró a la sala, Petunia a su espalda, y Dudley escoltándolos.

’Sñi,’ dijo Dumbledore simplemente. ‘Estaré aquí.’

Sacó su varita tan rápidamente que apenas Harry pudo verla; con una eventual sacudida, el sofá se acercó hacia delante y golpió las rodillas de los tres Dursley, por lo que éstos se desplomaron. Otro movimiento de la varita y el sofá se fue hacia atrás en su posición original.

’Debemos estar lo más cómodos,’ dijo Dumbledore amablemente.

Mientras ponía otra vez su varita en su bolsillo, Harry vio que su mano estaba manchada y arrugada; parecía como si su carne se había quemado.

”Señor – ¿qué le pasó a su-?’

’Después Harry,’ dijo Dumbledore, ‘Por favor, siéntate.’

Harry tomó asiento en dicho sillón, tratando de no mirar a los Dursley, que estaban sumidos en el silencio.

’Debo imaginarme que me van a ofrecer algún refresco,’ dijo Dumbledore al Tío Vernon, ‘pero la evidencia sugiere el ser optimista a estas tonterías.’

Un tercero movimiento de la varita, y una polvorienta botella y cinco vacos aparecieron por los aires. La botella se destapó y virtió una generosa cantidad de un líquido color miel en cada vaso, los cuales salieron volando a cada persona de la habitación.

’La bebida más sabrosa de Madam Rosmerta,’ dijo Dumbledore, levantando su vaso a Harry, quien levantó el suyo y dio un sorbo. Nunca había probado algo así antes, pero le gustó muchísimo. Los Dursleys, luego de miradas de terror que intercambiaron el uno con el otro, intentaron ignorar sus vasos completamente, una difícil hazaña, mientras se codeaban gentilmente. Harry no pudo sofocar la sospecha de que Dumbledore lo estaba disfrutando.

’Bien, Harry,’ dijo Dumbledore, tornándose hacia él, ‘ha surgido una dificultad que deseo que resuelvas para nosotros. Para nosotros, me refiero a la Orden del Fénix. Pero primero que nada debo contarte que el testamento de Sirius fue descubierto hace una semana y te dejó todo lo que tenía.’

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This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details Sobre el sofá, la cabeza del Tío Vernon se volteó, pero Harry no lo miró, tampoo pudo pensar en nada que decir excepto, ‘Oh. Bien.’

’Esto es promordialmente muy honesto,’ prosiguió Dumbledore. ‘Agregarás una cantidad razonable de oro a tu cuenta en Gringotts, y heredarás todas las posesiones personales de Sirius. La parte un poco complicada del legado-‘

’¿La muerte de su padrino?’ dijo el Tío Vernon por lo alto desde el sofá. Tanto Dumbledore como Harry lo miraron.

El vaso frente a la cabeza de Dursley se movía insistentemente; trató de quitarlo. ‘¿Su muerte? ¿Su padrino?’

’Sí,’ dijo Dumbledore. No le preguntío a Harry por qué no le había había confiado eso a los Dursleys. ‘Nuestro problema,’ continuó diciéndole a Harry, como su no hubiese habido interrupción, ‘es que Sirius también te dejo el número doce de Grimmauld Place.’

’¿Ha dejado una casa?’ dijo el Tío Vernon codiciosamente, con sus pequeños ojos cerrándose, pero nadie le respondió.

’Pueden seguir usándolo como cuartel,’ dijo Harry. ‘No me molesta. Lo pueden tener, sinceramente no lo necesito.’

Harry evitó pisar el número doce de Grimmauld Place si con eso pudiese ayudar. Pensó que sería perseguido por el fantasma de Sirius, por los recuerdos de Sirius merodeando por las vacías y húmedad habitaciones, encarcelado en el lugar en el que había deseado vivir tan desesperadamente.

’Eso es generoso,’ dijo Dumbledore. ‘TeneSin embargo, tenemos desalojado el lugar temporareamente.’

’¿Por qué?’

’Bueno,’ dijo Dumbledore, ignorando los murmullos del Tío Vernon, quien ahora estaba siendo golpeado por la cabeza por el persistente vaso, ‘la tradición de la familia Black manifiesta que la casa debe ser heredada por línea, al próximo hombre con el apellido ‘Black.’ Sirius fue el último de la línea como su joven hermanp, Regulus, lo sucedió y ambos eran pequeños. Mientras su testamento encaja perfecta y claramente con lo que él quiere, resulta que tú debes tener la casa, es, sin embargo, posible de que algún hechizo o encantamiento haya sido instalado en la casa para asegurarse de que no le pertenezca a ningún otro que no sea un sangre-pura.’

Una imagen vivida del retrato viviente y que grita de la madre de Sirius que permanecía colgado en la sala de estar del número doce de Grimmauld Place se incrustó en la mente de Harry. ‘Apuesto a que tiene,’ dijo él.

’Un poco,’ dijo Dumbledore. ‘Y si dicho encantamiento existe, el dueño de la casa posiblemente pase a la vivienda de los parientes de Sirius, que significa su sobrina, Bellatrix Lestrange.’

Sin darse cuenta de lo que estaba haciendo, Harry dio un saltito, el telescopio y las zapatillas que permancecían en su regazo se cayeron al piso. Bellatrix Lestrange, la asesina de Sirius, ¿la heredera de su casa?

’No,’ dijo él.

’Bien, obviamente preferiríamos de que no la tenga,’ dijo Dumbledore con calma. ‘La situación está llena de complicaciones. No sabemos si los encantamientos que nosotros mismos pusimos allí, por ejemplo, haciéndola Inencontrable, llevará a que el propietario haya pasado las manos de Sirius. Podría ser que Bellatrix llegase a la puerta en cualquier momento. Naturalmente tuvimos que mudarnos antes de lo esperado, y hemos clarificado la posición.’

’¿Pero cómo va a saber si estoy autorizado para ser el dueño?’

’Afortunadamente,’ dijo Dumbledore, ‘hay una prueba muy simple.’

Puso su vaso vacío en una pequeña mesa al lado de su silla, pero antes de que pudiese decir algo más, el Tío Vernon exclamó, ‘¿Nos traerás esas cosas rubicundas?’

Harry miró a su alrededor; los tres Dursleys estaban cubriéndose con sus manos sus cabezas, mientras los vacos se balanceaban hacia arriba y hacia abajo en sus cráneos, y sus contenidos volaban hacia cualquier lado.

’Oh, discúlpeme,’ dijo Dumbledore educadamente, y levantó su varita una vez más. Todos los vasos cayeron. ‘Pero sería de buena educación si lo bebieran, ¿saben?.’

Parecía como si el Tío Vernon responiera con un número de desagradables réplicas, pero se volvió a Tía Petunia y Dudley y no dijo nada, manteniendo sus pequeños ojos de cerdo en la varita de Dumbledore.

’Como ves,’ dijo Dumbledore, volviéndose a Harry y hablando nuevamente como si el Tío Vernon no hubiese pronunciado palabra, ‘si has heredado toda la casa, tú también la has heredado-‘

Sacudió su varita por quinta vez. Hubo un fuerte chirrido, y un elfo doméstico apareció, con un hocico en vez de nariz, unas orejas gigantes como de murciélagos, y unos ojos enormes totalmente enrojecidos, agachádo en la alfombra de Easy PDF Copyright © 1998,2005 Visage Software

This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details los Dursley y cubierto de harapos mugrientos. Tía Petunia dejó escapar un alarido; nada como este mugriento había entrado a su casa en la historia. Dudley retiró sus largos y desnudos pies rosados del piso y se sentó con ellos levantando su cabeza lo más que pudo, como si pensase que esta criatura arrancaría sus pantalones de pijama, y Tío Vernon bramó, ‘¿Qué demonios es esto?’

’Kreacher,’ terminó Dumbledore.

’¡Kreacher no lo hará, Kreacher no lo hará, Kreacher no lo hará!’ chilló el elfo doméstico, tan alto que Tío Vernon pegó una patada, anudó sus pies y se tapó sus oídos. ‘K pertenece a la Señorita Bellatrix, oh sí, Kreacher a los Blacks, Kreacher quiere a su nueva ama, Kreacher no irá con el traidor de Potter, Kreacher no lo hará, no lo hará, no lo hará-‘

’Como puedes ver, Harry,’ dijo Dumbledore áltamente, sobre los continuos chillidos de Kreacher de ‘no lo haré, no lo haré, no lo haré’, ‘Kreacher muestra cierta resistencia a que seas el dueño.’

’No me importa,’ dijo Harry una vez más, mostrándose disgustado frente al elfo que pataleaba y se retorcía. ‘No lo quiero.’

’No lo haré, no lo haré, no lo haré-‘

’¿Preferirías que se lo de a Bellatrix Lestrange? ¿Teniendo en cuenta que él ha estado viviendo en los cuarteles de la Orden del Fénix el año pasado?’

’No lo haré, no lo haré, no lo haré-‘

Harry miró fíjamente a Dumbledore. Sabía que Kreacher no podía ir y vivir con Bellatrix Lestrange, pero la idea de tenerlo, de tener la responsabilidad de la criatura que había traicionado a Sirius, era repugnante.

’Dale una orden,’ dijo Dumbledore. ‘Si ahora eres su dueño, tendrá que obedecerte. Sino, pensaremos otras cosas para mantenerlo al lado de su amo.’

’¡No lo haré, no lo haré, NO LO HARÉ!-‘

La vos de Kreacher subió tanto que parecía que gritaba. Harry no sabía qué decir, excepto, ‘¡Kreacher, cállate!’

Miró por un momento como si Kreacher fuera a atragantarse. Tomó su garganta, su boca todavía moviéndose furiosamente, sus ojos saliéndosele de las órbitas. Luego de unos segundos de frenéticos salivazos, se puso cara a cara con la alfombra (Tía Petunia gimoteó) y golpeó el piso con sus manos y pies, lastimándose a sí mismo con violencia, pero en total silencio y rabioso.