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Harry miró alrededor y vio que la Sra. Weasley no estaba sola, a pesar de la hora que era. Una bruja joven con cara pálida, en forma de corazón y el pelo castaño ratonil se sentaba en la mesa agarrando una taza grande entre sus manos.
-¡Hola Profesor!- dijo.- Hola, Harry. "
-Hola, Tonks.-
Harry pensó que parecía exhausta, incluso enferma, y que había algo forzado en su sonrisa. Ciertamente, su aspecto era menos vistoso que de costumbre sin su acostumbrada sombra de pelo rosado de chicle de globos.
-He tenido que estar oculta- dijo ella rápidamente, levantándose y tirando su capa alrededor de sus hombros.
-Gracias por el té y compasión, Molly.-
-Por favor no se vaya por mi presencia- dijo Dumbledore con cortesía.- No puedo quedarme, tengo asuntos urgentes de hablar con Rufus Scrimgeour.-
-No, no, tengo que irme en la - dijo Tonks, si mirar los ojos de Dumbledore. - Noche?-
-Querida, ¿ por qué no vienes a cenar el fin de semana?. Remus y Ojo Loco vendrán.-
-No, de verdad, Molly... Te agradezco de todos modos... Buenas noches, a todos.-
Tonks se fue más allá de Dumbledore y de Harry en el patio; unos pasos más allá del umbral, se dio vuelta sobre el terreno y desapareció en el fino aire. Harry notó que la Sra. Weasley miraba preocupada.
-Bien, te veré en Hogwarts, Harry.- dijo Dumbledore. -Cuídate.-
Le hizo una reverencia a la Sra. Weasley y siguiendo a Tonks, desapareció en el mismo punto. La Sra. Weasley cerró la puerta del vacío jardín y luego dirigió a Harry por los hombros cerca de la luz sobre la mesa para examinar su aspecto.
-Eres como Ron.- suspiró ella, mirándolo de arriba a abajo. -Ustedes dos lucen como si hayan tenido que soportar maldiciones. ¿Tienes hambre, Harry?.-
-Sí, tengo hambre- dijo Harry, de repente sintiendo lo hambriento que estaba.
-Siéntate querido. Prepararé algo.-
Cuando Harry se sentó, un peludo gato pelirrojo de cara aplastada se montó en sus rodillas, ronroneando.
¿Está Hermione aquí?.- preguntó felizmente con él cosquilleó Crookshanks detrás de los oídos.
-Por supuesto. Ella llegó anteayer.- dijo la Sra. Weasley, golpeando un pote grande de hierro con su varita mágica.
Provocó un sonido metálico ruidoso y comenzó a burbujear inmediatamente. -Todos están en la cama, desde luego, no te esperábamos a esta hora. Aquí tienes ... -
Ella dio un toque el pote otra vez; esto se elevó en el aire, voló hacia Harry, y se cayó; la Sra. Weasley deslizó un tazón, cociendo al vapor la sopa de cebolla.
-¿Pan, querido?-
-Gracias, Sra. Weasley.-
Ella agitó su varita mágica sobre su hombro; un pan de la panera y un cuchillo se elevaron con gracia hacia la mesa; la Sra. Weasley se sentó frente a él.
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-¿Entonces, tú persuadiste a Horace Slughorn a tomar el trabajo?-
Harry cabeceó, su boca estaba tan llena de sopa caliente que no podía hablar.
-Él nos enseñó a Arthur y a mí.- dijo la Sra. Weasley. - Estuvo en Hogwarts por años, comenzó caso al mismo tiempo que Dumbledore, creo. ¿Te agrada?-
Su boca ahora estaba llena del pan. Harry se encogió y dio un tirón evasivo con su cabeza.
-Sé lo que piensas- dijo la Sra. Weasley, cabeceando sabiamente. -Desde luego él puede ser encantador cuando quiere serlo, pero a Arthur nunca le agradó. El Ministro está protegido de los viejos favoritos de Slughorn. Él estaba siempre bien para dar lecciones, pero nunca tenía mucho tiempo para Arthur. No pensó que él sería un gran luchador.
Bien, esto solamente demuestra que hasta Slughorn comete errores. No sé si Ron te lo comentó en sus cartas, acaba de suceder... ¡Pero Arthur sido promovido!-
-No podía haber sido más claro que la Sra. Weasley había estado reventándose para decir esto.
Harry tragó una cantidad grande de sopa caliente y sintió su garganta quemándose. -¡Es grandioso!- jadeó.
-¡Qué dulce eres Harry!- dijo la Sra. Weasley, tornando sus ojos llorosos por la emoción de la noticia. -Sí, Rufus Scrimgeour ha establecido varias oficinas nuevas en respuesta a la situación presente, y Arthur maneja la Oficina para la Detección y la Confiscación de Ortografía Falsificada Defensiva y Objetos Protectores. ¡Esto es un trabajo grande, tiene diez personas haciéndole un informe ahora!-
-¿Exactamente qué ...?
-Bien, sabrás, con todo el pánico surgido por "ya sabes quién", cosas extrañas han estado surgiendo a la venta por todas partes. Cosas que, como suponen, protegen contra quién tu sabes" y contra mortífagos. ¿Puedes imaginarte qué clase cosas?. Las supuestas pociones protectoras, que realmente son una salsa con un poco de pus añadido, o instrucciones de cenizas defensivos, que en realidad hacen que sus oídos disminuyan... Bien, en su mayoría los autores son solamente gente como el farsante Mundungus, quien nunca ha hecho una jornada laboral honesta en su vida y se aprovecha de lo asustado que cada uno está. El otro día Arthur confiscó una caja de Sneakoscopes malditos, que seguramente fue depositado por un mortífago. Verás, esto es un trabajo muy importante, y te digo, es tonto estar tratando con bujías y tornillos y todo el resto de la basura Muggle.- La Sra. Weasley terminó su discurso con una mirada severa, como si había sido Harry quien sugería que fuera natural lidiar con bujías.
-¿El Sr. Weasley todavía está en el trabajo?- preguntó Harry.
-Sí. En realidad, es un poco tarde... Dijo vendría alrededor de la medianoche...-
Ella se dio vuelta para mirar un reloj grande colocado torpemente arriba, sobre la cima de un montón de hojas al final de la mesa. Harry lo reconoció inmediatamente: éste tenía nueve manillas, cada una inscrita con el nombre de un miembro de familia y con inscripciones de lugares. Cada una de sus nueve manillas señalaba en "peligro mortal".
-Esto ha aparecido hace un rato...- dijo la Sra. Weasley, con una voz poco convincente.
-Después de que usted sabe quién volvió. Supongo que todos están en peligro mortal ahora.... No creo que sea solamente nuestra familia... pero no conozco a nadie más que tenga un reloj como éste, entonces no puedo comprobar. ¡Ah!-
Con una exclamación repentina señaló el reloj. La manilla del Sr. Weasley había cambiado "de viaje".
-¡Ya viene!-
Y estaba en lo correcto, poco después sintieron un puñetazo a la puerta de atrás. La Sra. Weasley se levantó de un salto y se acercó; con una mano se apoyó en el pomo de la puerta y embutió su cara contra la madera para decir suavemente, "Arthur, eres tú?"
-Sí- dijo la voz cansada del Sr. Weasley. -Pero diría yo también si fuese un mortífago, querida. ¡Has la pregunta! "
-Ah, en todo caso...-
-¡Molly!-
-Bien, bien... ¿Cuál es tu ambición más querida?-