123307.fb2 HARRY POTTER Y EL PRINCIPE MESTIZO - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 45

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Quizá, tonta como ella era, se había convencido a sí misma que él, a esas alturas, se habría enamorado de ella de la manera natural. O quizá pensó que él se quedaría por el bien del bebé. Si fue así, estaba equivocada las dos veces. Él la dejó, nunca la volvió a ver y nunca se preocupó de lo que había sido de su hijo.’

El cielo de afuera estaba de color negro tinta y las lámparas en la oficina de Dumbledore parecieron resplandecer más brillantes que antes.

‘Pienso que esto es todo, por esta noche, Harry,’ dijo Dumbledore después de un momento.

‘Sí, señor,’ dijo Harry.

Llegó a la puerta, pero no salió.

‘¿Señor ... es importante saber todo esto acerca del pasado de Voldemort?’

‘De suma importancia, creo,’ dijo Dumbledore.

‘¿Y esto ... tiene algo que ver con la profecía?’

‘Tiene todo que ver con la profecía.’

‘Bien,’ dijo Harry, un poco confundido, pero reconfortado de todos modos.

Ya se marchaba cuando se le ocurrió otra pregunta, y se dio de nuevo la vuelta:

‘¿Señor, puedo decirle a Ron y Hermione todo lo que usted me ha dicho?’

Dumbledore lo consideró por un momento, luego dijo, ‘sí, pienso que el señor Weasley y señorita Granger han demostrado ser de confianza. Pero Harry, voy a pedirte que les digas que no le cuenten a nadie todo esto. No sería una buena idea que se propagase todo lo que sabemos o sospechamos acerca de los secretos de Lord Voldemort.’

‘No, señor, me aseguraré que simplemente lo sepan Ron y Hermione. Buenas noche.’

Se marchó dando media vuelta otra vez, y estaba frente a la puerta cuando lo vio. Estaba apoyado sobre una de las mesas zanquivanas y pequeñas que soportaban tantos instrumentos de plata, era un feo anillo de oro con una piedra grande, agrietada, negra.

‘Señor,’ dijo Harry, clavando los ojos en eso. ‘Ese anillo ...’

‘¿Sí?’ dijo Dumbledore.

‘Usted lo llevaba puesto cuando visitamos al Profesor Slughorn esa noche.’

‘Así es,’ acordó Dumbledore.

‘¿Pero no es ... señor, no es el mismo anillo que Marvolo Gaunt mostró a Ogden?’

Dumbledore dobló su cabeza. ‘El mismísimo.’

‘¿Cómo ha llegado ...? ¿Lo ha tenido usted siempre?’

‘No, lo tengo desde hace muy poco,’ dijo Dumbledore. ‘Unos días antes de ir a por tí a casa de tus tíos, de hecho.’

‘¿Eso es aproximadamente durante los días en los que usted se hirió la mano, ¿no, señor?’

‘Por esos días, sí, Harry.’

Harry vaciló. Dumbledore estaba sonriente.

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‘¿Señor, exactamente cómo ...?’

‘¡Demasiado tarde, Harry! Oirás la historia en otro momento. ¡Buenas noches!’

‘Buenas noches, señor.’

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Como Hermione había predicho, los períodos libres de los de sexto año no eran las horas de dichosa relajación que Ron había anticipado, eran momentos en los que intentaban mantenerse al día con la enorme cantidad de deberes que les estaban poniendo. No solo estaban estudiando como si tuviesen exámenes a diario, sino que además las propias clases se habían convertido en más exigentes que nunca. Harry apenas entendió la mitad de lo que la profesora McGonagall les dijo por aquellos días; hasta Hermione había tenido que pedirle que repitiera las instrucciones una o dos veces. Increíblemente, y para el creciente resentimiento de Hermione, Pociones se había convertido de repente en la asignatura favorita de Harry, gracias al Príncipe Mestizo.

Los hechizos no-verbales eran ahora de esperar, no sólo en Defensa Contra las Artes Oscuras, sino también en Encantamientos y Transformaciones. Harry examinaba a sus compañeros de clase frecuentemente en la sala común o en las horas de comer para verlos con la cara púrpura y esforzándose como si hubiesen tenido una sobredosis de U-No-Poo; Pero él sabía que realmente estaban esforzándose en hacer que los conjuros funcionasen sin decir el encantamiento en voz alta. Era un alivio ir afuera a los invernaderos; estaban tratando las plantas más peligrosas que nunca habían tratado hasta entonces en Herbología, pero por lo menos les estaba permitido lanzar juramentos en voz alta si la Venomous Tentácula les agarraba a traición por detrás.

Un resultado de su enorme carga de trabajo y las frenéticas horas de práctica de hechizos no-verbales fue que Harry, Ron y Hermione todavía no habían sido capaces de encontrar tiempo para ir a visitar a Hagrid. Él había dejado de ir a las comidas en la mesa del personal, una señal de mal agüero, y en las pocas ocasiones en que se lo habían cruzado por los pasillos o fuera en los terrenos, había fallado misteriosamente en darse cuenta de su presencia u oír sus saludos.

‘Tenemos que ir y explicarle,’ dijo Hermione, mirando a la enorme silla vacía de Hagrid en la mesa de personal el sábado siguiente durante el desayuno.

‘¡Tenemos las pruebas de Quidditch esta mañana!’ dijo Ron. ‘¡Y se supone que tenemos que estar practicando ese hechizo, Aguamenti, para Flitwick! De todas formas, ¿explicar qué? ¿Cómo vamos a decirle que odiábamos su estúpida asignatura?’

‘¡No la odiábamos!’ dijo Hermione.

‘Habla por ti, yo no he olvidado los Escregutos,’ dijo Ron pesimistamente. ‘Y te lo digo ahora, nos hemos escapado por poco. Tu no le oiste hablar sin parar de su estúpido hermano – hubiésemos estado enseñando a Grawp cómo atarse los cordones de los zapatos si nos hubiésemos quedado.’

‘Odio no hablar con Hagrid,’ dijo Hermione que parecía disgustada.

‘Iremos después del Quidditch,’ le aseguró Harry. Él también echaba de menos a Hagrid, aunque Ron pensara que estaban mejor sin Grawp en sus vidas. ‘Pero las pruebas pueden durar toda la mañana, hay mucha gente que lo ha solicitado.’ El se sentía ligeramente nervioso por tener que enfrentarse al primer obstáculo de su capitanía. ‘No sé por qué el equipo se ha hecho tan popular de repente.’

‘Ay, venga ya, Harry,’ dijo Hermione, repentinamente impaciente. ‘No es el Quidditch lo que es popular, ¡eres tú! Tú nunca has sido más interesante y, francamente, nunca has sido más fascinable.’

Ron se atragantó con un gran trozo de arenque ahumado. Hermione le ofreció una mirada de desdén antes de volverse hacia Harry otra vez.

‘Todo el mundo sabe ahora que has estado contando la verdad, ¿no? Todo el mundo mágico ha tenido que admitir que tenías razón sobre la vuelta de Voldemort y que realmente has luchado con él dos veces en los dos últimos años y que ambas veces escapaste. Y ahora te llaman ‘el Elegido’. Bueno, venga ya, ¿no puedes ver por qué la gente está fascinada contigo?’

Harry sentía que en el Gran Comedor hacía de repente mucho calor, a pesar del hecho de que el techo seguía pareciendo frío y lluvioso.

‘Y has pasado por toda esa persecución del Ministerio cuando intentaban inventarse que eras inestable y un mentiroso. Aún se pueden ver las marcas donde esa malvada mujer te hizo escribir con tu propia sangre, pero tú, de todas formas, te mantenías fiel a tu historia …’

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‘Aun se puede ver por dónde esos cerebros me atraparon en el Ministerio, mira,’ dijo Ron, moviendo hacia atrás sus mangas.