123307.fb2 HARRY POTTER Y EL PRINCIPE MESTIZO - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 62

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‘¡Ve tú!’ dijo Hermione, tratando de retener las lágrimas. ‘Estoy cansada de Ron en este momento, no sé qué es lo que se supone que tenía que haber hecho …’

Y también salió notablemente molesta de los vestidores.

Harry caminó lentamente de regreso a los terrenos hacia el Castillo a través de la multitud, muchos le gritaban felicidades, pero él sintió un gran sentimiento de desilusión; estuvo seguro que si Ron ganaba el partido, él y Hermione serían amigos de nuevo inmediatamente. No previó cómo podría explicarle a Hermione que lo que ella hizo para ofender a Ron fue besar a Víctor Krum, no cuando la ofensa había ocurrido hace tanto tiempo.

Harry no vio a Hermione en la fiesta de celebración de Gryffindor, que estaba por completo cuando él llegó.

Renovadas aclamaciones y aplausos lo recibieron cuando apareció, y pronto estuvo rodeado por una gran cantidad de gente felicitándolo. Estaba tratando de deshacerse de los hermanos Creevey, que querían un análisis jugada a jugada, y un gran grupo de niñas que lo rodearon, riendo hasta de los comentarios menos divertidos que hacía y abriendo y cerrando coquetamente sus párpados, le tomó un tiempo antes de poder encontrar a Ron. Al final, se pudo deshacer de Romilda Vane, quien estaba insinuando fuertemente que le gustaría ir a la fiesta de Navidad de Slughorn con él. Al dirigirse hacia la mesa de las bebidas, se encontró con Ginny, Arnold el Puff Pigmeo, iba en su hombro y Crookshanks maullando en sus talones.

‘¿Estás buscando a Ron?’ preguntó sonriendo. ‘Está por allá, el asqueroso hipócrita.’

Harry volteó hacia la esquina que ella estaba indicando. Ahí, en plena vista de toda la habitación, estaba Ron abrazando tan de cerca de Lavander Brown, era imposible decir cuáles eran las manos de quien.

‘¿Parece que está comiéndose su cara, no es así?’, dijo Ginny impasible. ‘Pero supongo que tiene que refinar su técnica de alguna manera. Buen juego, Harry.’

Ella lo palmeó en el brazo; Harry sintió una sensación conocida en el estomago, pero luego Ginny se alejó para conseguir más cerveza de manteca. Crookshanks trotó atrás de ella, sus ojos amarillos fijos en Arnold.

Harry se alejó de Ron, quien parecía que no saldría a la superficie pronto, justo cuando el hoyo del retrato se cerraba.

Con un sentimiento depresivo, pensó haber visto una melena de espeso cabello café poniéndose fuera de vista.

Se lanzó hacia el frente, evadió a Romilda Vane nuevamente, y empujó el retrato de la Dama Gorda. El corredor parecía desierto.

‘¿Hermione?’

La encontró en el primer salón sin seguro que intentó abrir. Estaba sentada en el escritorio del maestro sola, excepto por el pequeño ruido del canto de los canarios volando alrededor de su cabeza, que claramente acababa de conjurar.

Harry no pudo evitar admirar su trabajo en conjuros en un momento como éste.

‘Oh, hola Harry,’ dijo con voz frágil. ‘Sólo estaba practicando.’

‘Sí … son este ... muy buenos ...’ dijo Harry.

No tenía idea qué decirle. Estaba pensando que tal vez había una oportunidad de que no hubiera visto a Ron, que ella sólo hubiera dejado la habitación porque estaba un poco amontonada, cuando Hermione dijo en una voz aguda poco natural, ‘Ron parece estar disfrutando la celebración.’

‘¿Eh … estaba?’ dijo Harry.

‘No pretendas que no lo viste,’ dijo Hermione. ‘No sé estaba exactamente escondiendo, ¿no?’

La puerta detrás de ellos se abrió violentamente. Para el horror de Harry, Ron entró, riendo y jalando a Lavender de la mano.

‘Oh’ dijo él, deteniéndose un poco al ver a Harry y Hermione.

‘¡Oops!’ dijo Lavender, y salió del salón riendo. La puerta se cerró detrás de ella.

Había un horrible, creciente y ondulante silencio. Hermione miraba fijamente a Ron, quien se negaba a verla, pero dijo con una rara mezcla de valentía y torpeza, ‘¡Hola Harry! ¡Me preguntaba a dónde habías ido!’

Hermione se levantó del escritorio. La pequeña multitud de aves continuaban cantando y volando en círculos alrededor de su cabeza de manera que parecía como un extraño modelo del sistema solar emplumado.

‘No deberías dejar a Lavender esperando afuera,’ dijo tranquilamente. ‘Se preguntará a dónde has ido.’

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This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details Caminó muy despacio en línea recta hacia la puerta. Harry miró a Ron, que se veía aliviado de que nada peor hubiera ocurrido.

‘¡Oppugno!’ vino un grito desde la puerta.

Harry giró para ver a Hermione apuntar su varita hacia Ron, su expresión era salvaje: la pequeña multitud de aves se dirigían velozmente, como un granizo de gordas balas de oro hacia Ron, quien aulló y cubrió su cara con sus manos, pero las aves atacaron, picoteando y agarrando cualquier pedacito de carne que pudieran alcanzar.

‘¡Gerremoffme!’ gritó Ron, pero con una última mirada de venganza furiosa, Hermione abrió la puerta y desapareció a través de ella. Harry creyó haber escuchado un sollozo antes de que se cerrara con violencia.

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La nieve formaba remolinos nuevamente en contra las frías ventanas; la Navidad se acercaba rápido. Hagrid ya había llevado con un brazo los usuales doce árboles de Navidad para el Gran Salón; Las guirnaldas de acebo y cintilla de color brillante se retorcían alrededor de los pasamanos de las escaleras; velas eternas resplandecían desde el interior de los cascos de armaduras y grandes racimos de muérdago colgaban a intervalos a lo largo de los corredores.

Grandes grupos de chicas se ponían debajo de los racimos de muérdago cada vez que Harry pasaba, lo cual causó obstrucciones en los corredores; Afortunadamente, sin embargo, las frecuentes andanzas nocturnas de Harry le habían dado un conocimiento extraordinariamente bueno de los pasillos secretos del castillo, por lo que sin demasiada dificultad, pasaba por rutas libres de muérdago entre clase y clase.

Ron, quien alguna vez podría haber tenido la necesidad de usar estos desvíos por celos en vez de hilaridad, simplemente rugió de risa acerca de todo ello. Aunque Harry prefirió mucho más esta nueva risa, bromeando con Ron acerca de su agresiva personalidad en las últimas semanas, el Ron mejorado llegó a un alto precio. En primer lugar, Harry tuvo que aguantar la presencia frecuente de Lavender Brown, quien parecía recordarle en todo momento que no había besado a Ron por pasar el rato; y en segundo lugar, Harry se encontró otra vez como el mejor amigo de dos personas que parecía que no volverían a hablarse alguna vez.

Ron, cuyas manos y los antebrazos todavía llevaban arañazos y cortes desde el ataque del pájaro de Hermione, tomaban un tono defensivo y resentido.

‘Ella no puede quejarse,’ le dijo a Harry. ‘Ella se besuqueó con Krum. Así es que se ha enterado que alguien quiere besarse conmigo. Pues bien, es un país libre. No he hecho nada malo.’

Harry no contestó, pero fingió estar absorto en el libro al que ellos debían haber leído antes de Encantamientos a la mañana siguiente (‘La Quintaesencia: Una Aventura’). Decidido a ser amigo tanto de Ron como de Hermione, pasaba mucho tiempo con su boca bien cerrada.

‘Nunca prometí nada a Hermione,’ dijo Ron entre dientes. ‘Digo, está bien, iba a ir para la fiesta de Navidad de Slughorn con ella, pero ella nunca dijo ... sólo como amigos ... soy un persona libre ...’

Harry dio vuelta una página de ‘La Quintaesencia’, consciente de que Ron lo observaba. La voz de Ron iba bajando en volumen, siendo apenas audible sobre el fuerte chisporroteo del fuego, aunque Harry alcanzó a escuchar ‘Krum’ y

‘no puede quejarse’, otra vez.

El horario de Hermione estaba tan lleno que Harry sólo podría hablar bien con ella en las tardes, cuando Ron estaba, en todo caso, tan apretadamente enrollado alrededor de Lavender que él ni siquiera notó lo que Harry estaba haciendo. Hermione rehusó sentarse en la sala común mientras Ron estuviera allí, así que Harry generalmente se juntaba con ella en la biblioteca, lo que implicaba que sus conversaciones fueran entre susurros.

‘Él tiene toda la libertad para besar a quienquiera que a él le guste,’ dijo Hermione, mientras la bibliotecaria, la señora Pince, rondaba los estantes detrás de ellos. ‘No me podría importar menos.’

Levantó su pluma y remarcó tanto el ‘no’ que dejó un orificio en su pergamino. Harry no dijo nada. Pensó que su voz pronto podría desaparecer de la falta de uso. Siguió revisando su libro de ‘Fabricación de Pociones Avanzado’ y continuó haciendo notas en los Elixires Eternos, ocasionalmente haciendo una pausa para descifrar las adiciones útiles del Príncipe para el texto de Libatius Borage.

‘E incidentalmente,’ dijo Hermione, después de algunos momentos, ‘debes ser cuidadoso.’

‘Por última vez,’ dijo Harry, hablando en un tono ligeramente ronco después de tres cuartos de hora de silencio, ’no voy a devolver este libro. He aprendido más del Príncipe Mestizo que lo que Snape o Slughorn me han hayan enseñado ...- ‘

‘No hablo de su tu estúpido y mal llamado Príncipe,’ dijo Hermione, dando a su libro una mirada desagradable como si hubiese sido grosero con ella. ‘Hablo de lo que pasó antes. Entré al baño de las chicas poco antes de que viniese aquí y hay alrededor de una docena de chicas allí dentro, incluida esa Romilda Vane, que quieren ver cómo pueden darte una poción de amor. Todas esperan llevarte a la fiesta de Slughorn, y al parecer todas compraron pociones de amor a Fred y George, por lo que temo que probablemente resulten ...’

‘¿Por qué no se las confiscaste?’ dijo Harry, a quien le pareció extraordinario que la manía de Hermione para Easy PDF Copyright © 1998,2005 Visage Software

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