123307.fb2 HARRY POTTER Y EL PRINCIPE MESTIZO - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 84

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‘Excelente,’ dijo McLaggen con tono de satisfacción. ‘¿Entonces cuándo es la práctica?’

‘Qué, ahh, sí. Hay una mañana en la tarde.’

‘Bien. Escucha Potter, deberíamos tener una plática antes del partido, tengo algunas ideas acerca de la estrategia que quizá nos podrían ser útiles.’

‘Bien,’ dijo Harry sin entusiasmo. ‘Bueno, las escucharé mañana, estoy cansado por ahora … hasta luego.’

La noticia de que Ron había sido envenenado se esparció rápido al siguiente día, pero no causó el mismo revuelo que la del ataque de Katie había hecho. La gente pensó que podría haberse tratado de un accidente, quizá porque se encontraban en el salón de pociones y que éste le habría proporcionado un antídoto inmediatamente, no habiendo daños de consideración. De hecho los Gryffindors estaban mucho más interesados en la cercana contienda de Quidditch contra Hufflepuff, muchos querían ver a Zacharias Smith, que jugaba como cazador en el equipo de Hufflepuff y que había sido castigado por el comentario que había hecho durante el partido de apertura en contra de Slytherin.

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This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details Harry, sin embargo, había estado cada vez menos interesado en el partido de Quidditch, rápidamente su interés se centraba en Draco Malfoy. Checando el Mapa del Merodeador en cuanta oportunidad tuviera, algunas veces se desviaba hacia donde estaba Malfoy, pero aún no lo había detectado haciendo nada fuera de lo común. Y todavía quedaban esos momentos en los que Malfoy simplemente desaparecía del Mapa …

Pero Harry no tenía mucho tiempo para considerar el problema, con la práctica de Quidditch, tarea y el hecho de que había estado asediado por Cormac McLaggen y Lavender Brown a donde quiera que fuera.

Él no podía decidir quién de ellos era más irritante. McLaggen mantenía una constante corriente de consejos que lo podrían convertir en un mejor guardián para el equipo que Ron y ahora que Harry lo había visto jugar regularmente, él podría pensar de la misma manera también, McLaggen también se mostraba interesado en criticar a los otros jugadores y proveerle a Harry detallados esquemas de entrenamiento, cosa que obligó a Harry a recordarle quién era el capitán.

Mientras tanto, Lavender mantenía hablando a Harry acerca de Ron, cosa que Harry encontró aun más molesto que las lecturas de Quidditch de McLaggen. Al principio, Lavender había estado muy molesta de que nadie le hubiese dicho que Ron estaba en el hospital ‘‘¡quiero decir: soy su novia!’’ pero desdichadamente ella había decidido perdonarle a Harry este lapso de pérdida de memoria con unas charlas muy, muy profundas acerca de los sentimientos de Ron, una desagradable experiencia que Harry felizmente hubiese querido olvidar.

‘¿Oye, por qué no hablas acerca de esto con Ron?’ le preguntó Harry, después de una larga charla con Lavender que trató de todo. Harry pensó que Ron debería pensar su relación con Lavender seriamente.

‘Bueno, yo podría, pero ¡él siempre está dormido cuando lo voy a visitar!’ dijo Lavender, inquieta.

‘¿Dormido dices?’ dijo Harry, sorprendido, ya que él lo había encontrado totalmente alerta cada vez que lo visitaba en el ala del hospital, muy interesado tanto en las noticias de la pelea entre Dumbledore y Snape, así como en la cantidad de trabajo que se le debería dar a McLaggen.

‘Hermione Granger, ¿todavía lo sigue visitando?’ preguntó Lavender.

‘Sí, creo. Bueno, ellos son amigos, ¿no?’ dijo Harry incómodamente.

‘Amigos, ¡no me hagas reír!’ respondió Lavender con desprecio. ‘¡Ella no le ha hablado por semanas después de que empezó a salir conmigo! Pero supongo que ahora le parece interesante …’

‘¿Llamarías ser envenenado algo interesante? preguntó Harry, ‘de cualquier forma, disculpa, me tengo que ir, ahí viene McLaggen y seguramente querrá hablar de Quidditch,’ dijo Harry apresuradamente, mientras que aceleraba a través de lo que parecía ser un muro sólido hacia el atajo que lo llevaría hacia Pociones donde afortunadamente, ni Lavender o McLaggen podrían seguirlo.

En la mañana del partido de Quidditch en contra de Hufflepuff, Harry visitó el ala del hospital antes de dirigirse hacia el campo. Ron se encontraba muy agitado, Madam Pomfrey no le permitiría ver el partido, cosa que lo hacia sentir más que emocionado.

‘¿Entonces, cómo está McLaggen?’ le preguntó a Harry nervioso, aparentemente olvidando que ya le había preguntado dos veces.

‘Ya te he dicho,’ dijo Harry pacientemente ‘Podría ser un jugador de clase mundial y no lo quiero mantener. Se la pasa tratando de decirnos qué hacer y piensa que puede jugar todas las posiciones mejor que el resto de nosotros.

No puedo esperar para librarme de él. Y hablando de molestarse con alguien,’ Harry agregó, poniéndose de pie y tomando su Saeta de Fuego ‘¿podrías dejar de hacerte el dormido cuando Lavender viene a visitarte? Me está volviendo loco también.’

‘Oh,’ dijo Ron, avergonzado, ‘sí, está bien.’

‘Si no quieres salir con ella, le deberías decir,’ agregó Harry.

‘Sí … bueno … no es tan fácil o ¿sí?’ dijo Ron. Tomó aire y agregó. ‘Hermione ¿vendrá antes de ir a ver el partido?’

‘No, de hecho ella ya está en el campo con Ginny.’

‘Oh,’ dijo Ron, tristemente. ‘Está bien. Bueno. Buena suerte, espero que aplastes a McLaggen, quiero decir, Smith.’

‘Lo intentaré,’ dijo Harry poniendo la mano en su escoba. ‘Te veré después del partido.’

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This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details Se apresuró a bajar por los corredores desiertos, toda la escuela estaba vacía, todos estaban ya en el estadio o dirigiéndose hacia él. Harry miraba por las ventanas y trataba de averiguar la cantidad de viento a la que se enfrentaría, cuando un ruido delante le hizo voltear hacia arriba y ver a Malfoy, el cual se dirigía hacia él, acompañado de dos chicas, las cuales lucían tanto enfurruñadas como resentidas.

Malfoy se detuvo cuando miró a Harry, entonces soltó una leve carcajada y continúo caminado.

‘¿A dónde te diriges?’ le preguntó Harry.

‘Sí, realmente te lo iba a decir, porque es de tu incumbencia, Potter,’ se burló Malfoy. ‘Te deberías apresurar, ya que todos estarán esperando por ‘El capitán elegido’, ‘el chico que anotó’ o como quiera que te llamen en esta ocasión.’

Una de las chicas soltó una risita. Harry solo se limitó a mirarla. Ella se sonrojó. Malfoy se apresuró a irse, pasado enfrente de Harry, seguido por las dos chicas en un leve trote, dieron la vuelta a la esquina y desaparecieron.

Harry permaneció paralizado en donde estaba mirándolos desaparecer. Estaba furioso, estaba a tiempo para llegar al partido y aun así ahí se encontraba a Malfoy, merodeando, mientras que el resto de la escuela estaba ausente, la mejor oportunidad de descubrir lo que Malfoy estaba haciendo. Los segundos pasaban y Harry permanecía donde estaba, congelado, mirando el lugar por donde Malfoy se había desvanecido …

‘¿Dónde has estado?’ le preguntó Ginny mientras Harry llegaba corriendo a los vestidores. Todo el equipo está listo, Coote y Peaks, los golpeadores, estaban golpeando nerviosamente sus garrotes contra sus piernas.

‘Me encontré a Malfoy,’ le dijo en voz baja, al tiempo que se pasaba su túnica por arriba de la cabeza.

‘¡Así que quise averiguar qué es lo que hace en el castillo con su pareja de novias mientras que todo el mundo se encuentra aquí …!’

‘¿Y eso importa en este momento?’

‘Bueno, ¿no estoy para responderlo ahora, o sí?’ dijo Harry, mientras agarraba su Saeta de Fuego y se ponía los anteojos. ‘¡Venga entonces!’

Y sin ninguna palabra marcharon hacia el campo entre porras y abucheos.

Había poco viento, las nubes se conformaban de manera caprichosa y había deslumbrantes destellos de luz solar.

‘Condiciones difíciles,’ McLaggen dijo al resto del equipo. ‘Coote, Peakes, deberían volar hacia el Sol, así ellos no los verán venir.’

‘Yo soy el capitán, McLaggen, deja de darles instrucciones,’ dijo Harry enojado. ‘Solo asegúrate de no dejar pasar los goles.’

Una vez que McLaggen se marchó, Harry regresó con Coote y Peakes.

‘Asegúrense de volar lejos del Sol,’ les dijo de mala gana.

Harry estrechó las manos con el capitán de Hufflepuff y luego, al silbido de Madam Hooch, dieron una patada al suelo y se elevaron por el aire, más alto que el resto de su equipo, moviéndose rápido por el campo en busca de la Snitch.

Si tan solo la pudiese agarrar rápido, tendría una buena oportunidad de regresar al castillo, tomar el Mapa del Merodeador, saber lo que hacía Malfoy …

‘Y ahora Smith de Hufflepuff tiene la quaffle,’ dijo una soñadora voz que resonaba por los terrenos de Hogwarts. ‘El que hizo los comentarios la última vez, claro, y Ginny Weasley vuela hacia él, creo que a propósito ... Smith había sido muy grosero acerca de Gryfindor y espero que se arrepienta ahora que está jugando en contra de ellos. Oh, miren, perdió la quaffle, Ginny se la arrebató, ella me agrada, es muy amable …’

Harry miró hacia el palco del comentarista, seguramente nadie en su sano juicio dejaría que Luna Lovegood comentase el partido, pero no había error, enmarañada cabellera rubia, collar de corchos de botella de cerveza de mantequilla … al lado de Luna, la profesora McGonagall parecía un poco incómoda, pensando quizá acerca de su decisión.

‘… y ahora ese enorme jugador de Hufflepuff le quita la quaffle, no puedo recordar su nombre, es algo como Bibble, no Buggins.’