142725.fb2
Con una hueste de furiosas fantasías
por mí comandada,
con una ardiente lanza y un caballo de aire
hacia la tierra salvaje me aventuro.
Por un caballero de fantasmas y sombras
soy convocado a torneo,
diez leguas más allá del fin del ancho mundo.
Paréceme que ya no hay viaje.
Anónimo,
La Canción de Tom O'Bedlam,
en torno a 1600.