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CUANDO EVE CRUZO LA PUERTA VIO A MacMasters parado frente a las ventanas. ¿Veía el verde, el color azul de las flores? Ella lo dudaba.
Se veía encogido, decidió. Desgastado y oprimido por la carga del dolor. ¿Podría ser un policía ahora? ¿Pensar como uno, pararse como uno?
Ella no estaba segura.
Miró al comandante, de pie junto a él. La posición era de apoyo, de amistad, de pérdida compartida.
Ella necesitaba que ambos dieran un paso atrás de esa pérdida, para erigir una distancia de objetividad, para darle lo que necesitaba.
O que se alejaran por completo.
Entró. -Comandante. Capitán. -
Ambos se volvieron. En la cara MacMasters vio rápidamente la chispa de la esperanza. Los sobrevivientes, lo sabía, necesitaban respuestas.
– ¿Hay algún avance, teniente?-
– Estamos siguiendo algunas líneas-, dijo a MacMasters. Ella se acercó a su escritorio, alrededor del tablero de asesinato que había dejado deliberadamente. Tenía que hacerle frente, y ella recordó lo que Roarke había dicho cuando había permitido a Morris ver el tablero en la investigación de Coltraine.
Lo que iba a ver, que era el centro de la misma. Ella era el tema central.
– He actualizado al capitán -hasta la fecha, a partir de la información de esta mañana-, dijo Whitney, con la mirada fija en su cara. -Le ahorré tiempo.-
– Sí, señor. Vamos a repasar algo de eso, pero usted debe saber que se encontraron dos testigos esta mañana que creen que vieron a Deena con el sospechoso. Ambos están dispuestos a trabajar con un artista de la policía. He arreglado que el detective Yancy se reúna con ellos. -
– ¿Dos?- Saltó la voz de MacMasters. -¿Dos personas lo vieron?-
– Dos testigos independientes creen que vieron a Deena con un hombre joven. Ambos dieron descripciones básicas que coinciden con el color. Tome asiento, capitán-.
– Yo…
– Por favor.- No era un policía ahora, decidió. Él era un padre. Ella sólo podía tratar de encontrar la manera de hablar con ambos. -Le diré lo que sé, y lo que estamos haciendo.-
Le informó de las entrevistas con las dos mujeres desde el parque. -El momento de la observación de Merrill corresponde a lo que creemos que fue la primera reunión. El momento de Delroy indica que continuaron reuniéndose, y fuera de lo que hemos establecido -a través de sus declaraciones, de su esposa, los amigos de Deena- era su zona habitual. ¿Sabe si ella viajaba a menudo al East Side? -
– No, en general. Ella tenía sus tiendas y lugares de reunión favoritos más cerca de casa. Y los lugares que le di cerca de Columbia. -
– Podemos especular que se encontraron fuera de estas zonas para mantener en secreto su relación. Estamos trabajando para determinar el día que Delroy los vio, y yo voy a enviar a funcionarios a la ubicación donde les vieron. Van a mostrar la foto de Deena a comerciantes, empleados de tiendas, camareros-.
Ella vio la lucha en la cara MacMasters, una batalla entre la esperanza y la desesperación.
– Podemos encontrar otros testigos que nos ayuden a identificar al sospechoso. Si alguien la reconoce, -Eve continuó,- puede recordarlo. Merrill, que se mueve habitualmente en este sector del parque, dijo que no había visto a Deena durante algún tiempo. Usted y su esposa indicaron que Deena seguía corriendo en el parque con regularidad. -
– Sí. Ella… varias mañanas a la semana. Ella… -
– Puede que se haya trasladado a otro sector, a fin de encontrarse con el sospechoso.-
– ¿Por qué no notamos un cambio?- Murmuró MacMasters. -Carol lo hizo. Pero yo nunca… Si ella nos hubiera dicho. Si solo… -
– Capitán, yo creo que este hombre era muy persuasivo, y muy deliberado.- ¿Era un consuelo? Eve se preguntó. -La había estudiado, tenía un plan, y jugó con su juventud, su confianza. Él utilizó la conexión de Columbia para hacerle bajar la guardia. Creo que es una clave. Su amigo va allí. Ella planeaba asistir. Ella conocía, casualmente, a varios otros estudiantes que son amigos de Jamie-.
– Sí. Usando a Jamie, incluso una conexión nebulosa se habría ganado su confianza. Y estando necesitado-, continuó MacMasters. -Fingiendo estar herido o en problemas. Ella instintivamente le ofrecería ayuda. -
– Podemos ver lo que hizo, cómo lo hizo, y yo me reuniré con la Dra. Mira más tarde, hoy para discutir el perfil y la patología. Pero todavía no sé por qué. Creemos que era el objetivo específico por una razón. Y que usted, el trabajo que hace, es la razón. -
– Si tiene pruebas de que el asesinato de Deena está conectado a uno de mis casos…
– Tengo motivos para creer que el asesinato de Deena está conectado. Lo que en este momento no tengo, es la razón o circunstancia. -
– ¿Por qué razón?- El dolor vibraba en su voz, irradiaba de sus ojos. -Si se trataba de venganza, si esto se debía a mi trabajo, ¿cómo espera que viva con eso? ¿Cómo espera que me conforme con la especulación en lugar de respuestas?
Aquí estaba la línea que tenía que caminar, por lo que mantuvo su voz plana y rápida. -Espero que confíe en que el investigador principal por el que solicitó expresamente, y el equipo que ha elegido, harán todo lo necesario para encontrar esas respuestas. Dentro de veinticuatro horas, tenemos dos posibles testigos que pueden ayudar a identificar a este hombre. Tenemos una sólida conexión con la Universidad de Columbia, y los testigos potenciales que pueden haber visto a este hombre. Tenemos una línea de tiempo de los acontecimientos, y la falta de rastros y ADN en la escena nos dice que esto fue bien planeado, no un crimen del momento, de la pasión o la oportunidad. Todo oficial asignado a este caso está trabajando diligentemente-.
– Yo no cuestiono eso.-
Terreno inestable, pensó Eve. ¿Cómo podría el hombre pararse ante cualquier otra cosa en este momento? -Necesito saber si usted es capaz de trabajar a través de sus casos, su memoria, sus impresiones, sus instintos para ayudar a esta investigación, encontrar una conexión. He estado viendo a través de sus archivos de casos durante los últimos tres años -, continuó. -Tengo una pequeña lista, pero no tengo un zumbido de cualquiera de ellos. Es posible. -
– Deme los nombres.-
– Lo haré. Él no va a estar en su archivo de amenazas-.
– ¿Cómo puede estar tan segura?-
– Nosotros vamos a echar un vistazo a todos los nombres allí, créanme-, le aseguró Eve. -Pero yo le digo que no lo vamos a encontrar allí. Cualquier persona que hace una amenaza llama la atención. Ha sido muy cuidadoso para permanecer fuera del radar. ¿Cuántos hombres entre dieciocho y veintiséis años lo han amenazado en los últimos tres años? -
– Puedo despejarlos de forma rápida. Los miembros de pandillas, traficantes de ilegales, drogadictos…
– Él no es ninguno de esos. Ella habría reconocido las señales. -
Esperó, dándole tiempo para negar o confirmar.
– Sí.- Él se frotó el centro de la frente. -Sí. Tiene razón. Ella sabía qué buscar. Ella era prudente. Ella era… -
– Él está limpio-, continuó Eve, interrumpiéndolo para darle tiempo a recobrar la compostura. -Él es inteligente, y puede ser encantador. Ambos testigos se refirieron a él como un chico guapo. Chico, capitán. No está en el archivo de amenazas. Una persona relacionada con él, posiblemente. Usted no arrestó a este chico. Pero usted puede haber arrestado a su padre, su hermano, su mejor amigo, madre, hermana. Y para este tipo de venganza estamos hablando de una detención grave, terminación o tramo a largo plazo-.
Se pasó las manos por la cara. -Teniente, he sido jefe desde hace algunos años, y rara vez trabajé en las calles. En raras ocasiones trabajo los casos. Yo los superviso. Esa fue una elección deliberada de mi parte. Ayudo, aconsejo, coordino. He sido primario en una investigación no más de una docena de veces en los últimos seis años. -
– Usted está a cargo y por lo tanto es responsable. Esa es la realidad y la percepción. -
– ¿Estás diciendo que esto podría haber llegado a través de cualquiera de los casos que alguno de mis hombres trabajó?-.
– Sí. Creo que tuvo una parte activa, un poco de visibilidad o ganó algo de crédito. No ha, por lo que sabemos, buscado venganza contra alguno de sus hombres. Pero si en usted. Y la venganza fue promulgada poco después de que su promoción fue anunciada. -
Ahora su cara estaba herida. -¿La mató por mis barras?-
Ella le dio el disparo, insegura de si lo iba a sorprender o revivir. -Capitán, siempre pensó en matarla. Lo siento, pero esa es la realidad-.
Él se levantó, se tambaleó hacia las ventanas para mirar hacia fuera.
– Vamos, teniente -ordenó Whitney.
– El momento puede ser importante. Fue promovido, capitán, y Deena estaba sola en la casa por un período de tiempo. En esa parte, creo que se apoderó de una oportunidad. Me parece que la opinión de la Dra. Mira y su teoría será de gran valor, pero hasta que converse con ella, vamos a abordar este camino. Vamos a volver diez años atrás para empezar, y empezar con terminaciones y/o detenciones y encarcelamientos con resultado de muerte. A continuación, las detenciones o encarcelamientos que resultaron en lesiones graves. A continuación, tramos de vida. -
Hizo una pausa cuando MacMasters se quedó donde estaba, no dijo nada. Whitney le indicó que continuara.
– Este no era un trato pequeño. Para asesinar, para planificar, para arriesgarse, tuvo que importar mucho. Buscamos una conexión con el autor, que se corresponda con la zona de edad de nuestro sospechoso.
– Usted me los consigue-, agregó, -y yo voy a Investigo. En este momento, me importa lo que sus tripas le dicen. ¿Quién sale? -
De espaldas a la sala, MacMasters respiró, se estremeció. -Leonard y Gia Wentz. Manejaban un negocio de drogas, utilizando principalmente menores de edad para las distribuciones, haciendo el comercio alrededor de las escuelas y casas de videos. Yo tenía cuatro detectives en eso. Manejamos una operación que les reventó en enero. Leonard cayó, y hubo un breve tiroteo. Dos de mis hombres fueron heridos. Está cumpliendo una dura condena de veinticinco años, y ella está en quince años. -
– Me acuerdo de eso. A mediados de enero. Es demasiado cercano. Nada de este año. Se robó la identificación la víspera de Año Nuevo. Él ya lo estaba planeando. Se remontan a más. -
MacMasters se apartó de la ventana caminó. -Mis hombres hacen un buen trabajo. Es como tratar de contener la marea, pero hacemos un buen trabajo. Tenemos arrestos sólidos y una buena tasa de condenas. Bajo porcentaje de terminación-.
– No lo piense, capitán. No lo justifique. Voy a preparar un poco de café. -
Eve se fue a la cocina. No iba a trabajar, pensó. Todavía no de todas formas. Él no podía salir y pensar como policía. ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Cómo podría?
Pero ella preparó el café, lo llevó.
– Nosotros arruinamos vidas,- dijo. -Si usted lo mira desde el otro extremo, desde el lado de algún tipo haciendo lo que hace, violar, matar, robar, hacer frente, lo que sea. Es lo que hace, o lo que hizo esta vez por la razón que sea. Llegamos y lo detenemos. Además, hacemos todo lo posible para ponerlo en una jaula por ello. Él pierde su libertad, en principio. Podría perder su casa o su familia si él tiene una. A veces, si las cosas van hacia abajo, pierde su vida. -
Ella bebía café, esperando mientras iba explicándose. -Lo arruinamos. Somos responsables. Usted es responsable. Piense en la vida que ha arruinado. Piense en ello de esa manera, no haciendo el trabajo, sino en los resultados. Desde el otro lado. -
– Está bien.- Tomó el café, la miró a los ojos. -Está bien. Simpson Nattie. Es una contable, de un pequeño lugar agradable en el Upper East, ingresos dignos, esposo, un niño. Nattie trataba ilegales y manejaba los libros para una operación de nivel medio. Cuando lo paramos, la llevamos con eso. Ella está en Rikers haciendo el último de cinco años. Perdieron el lugar poco agradable en el Upper East. El marido se divorció hace dos años, consiguió la custodia total del niño. -
– ¿Qué edad tiene el niño?-
– Él estaría cerca de diez, doce años.-
– Demasiado joven. Tal vez ella tiene un hermano, un amante. Pronto nos ocuparemos de ella. -
MacMasters se pasó la mano por el pelo. Podía verlo agarrar, alcanzar, tratando de volver. -Tal vez esto fue un golpe de contratado.-
– Yo no lo creo. Deme un nombre más, de arriba. -
– Cecil Bancos. Tipo malo. Trataba con Zeus, perseguía fugitivos y los niños que corrían por las calles, los enganchaba, se convertía en su proxeneta. Manejaba un negocio del sexo de menores de edad. Trabajamos con la unidad de victimas especiales en eso. Cuando reventó la operación principal trató de huir. Se fue por la ventana, se perdió por la escalera de incendios, y tomó un cabezazo hacia abajo cuatro pisos. Una gran cantidad de personas perdieron ingresos pesados y el acceso cuando se lo llevaron y cerraron sus operaciones. -
– ¿Cuándo?-
– Hace dos años el septiembre pasado.-
– ¿Familia?-
– Ah, sí. Sí. Había un par de mujeres, adictas. Ambas dijeron ser sus esposas. No era, legalmente. Tenía un hermano, un hermano menor. Hizo algunas vueltas a Cecil, pero aceptó un descargo por rehabilitación y servicio a la comunidad. Risso. Risso Banks. Estaría cerca de los veintidós años, veintitrés. -
– No están en el archivo de amenazas-.
– Yo estaba en el caso, pero no como principal. Las mujeres hicieron mucho ruido, pero nada que me preocupara. ¿El niño, el hermano? Lloró como un bebé, lo que le ayudó con el descargo-.
– Bien. Vamos a comprobarlo. Esto es lo que quiero que haga. Lo que surge, lo escribe, tenga en cuenta las fechas, las circunstancias básicas. Vamos a tomarlo desde allí. -
– Teniente, ¿cuál es la probabilidad de que el asesinato de Deena esté conectado a mí, por el trabajo? Usted tendría que ejecutarlo. -
No había manera de suavizarlo. Y, por ello no lo insultó a él y a su hija. -En este momento, con los datos recogidos, la probabilidad es de noventa y ocho punto ocho.
Se sentó de nuevo, y la taza en su mano temblaba ligeramente. -Es mejor saberlo. Mejor saberlo. ¿Debo decirle a su madre? Tengo que hacerlo, pero ¿cómo? ¿Cómo decirle a su madre? Estamos planeando su funeral. El jueves. Parece demasiado rápido, demasiado pronto. Jueves. Simplemente no podía… lo voy a escribir. Pero, ¿cómo puedo soportarlo? -
Él se rompió. Y verlo romperse retorció su corazón, sus entrañas. Se quedó donde estaba cuando Whitney fue a él, cuando su comandante suavemente tomó la taza de café, la dejó a un lado, y puso sus brazos alrededor de MacMasters.
Whitney la miró, le indicó que se fuera.
Ella se fue, se dirigió escaleras abajo. Ella quería salir, sólo por un momento, sólo por un soplo de aire. Cuando Summerset la detuvo en el rellano inferior, parte de la rabia, y algo de la pena se vio en su rostro antes de que fuera educado.
– La pérdida de un hijo es más profunda que cualquier otra-, dijo. -No pasan de la manera que otras pérdidas pueden hacerlo. Sin embargo, cuando la pérdida ocurre, un padre mira hacia adentro. ¿Qué pude haber hecho, que no hice? Cuando la pérdida ocurre con violencia, hay más preguntas. Cada respuesta que damos es tanto dolor y confort, pero no puede haber ningún confort sin dolor. -
– Ninguna de las respuestas que le di hoy le van a dar consuelo.-
– Todavía no. -
Como él continuó, Eve simplemente se sentó en los escalones. Ella tomaría su momento allí.
Antes de que pudiera tener el momento, su vínculo sonó. -Dallas-.
– Teniente Dallas, soy la Dra. Lapkoff de la Universidad de Columbia. Hablé con usted y su marido la noche anterior. -
– Eso es correcto.-
– Le agradecería unos minutos de su tiempo hoy, en relación con este asunto.-
– Este asunto es una investigación de homicidio-.
– Soy consciente.- La cara de Lapkoff se mantuvo fría y compuesta. -Como parte de esa investigación cruza mi medio, me gustaría hablar de ello. Esta institución va a cooperar con usted tanto como sea posible. Le agradecería lo mismo de usted y su departamento. -
– ¿Está usted en la escuela ahora?-
– Estoy-.
– Veinte minutos-, dijo Eve, y colgó.
Ella sacó su comunicador para contactar con Peabody. -¿Estado?-
– Más de esos zapatos se han vendido en los últimos seis meses por lo que parece. Me estoy concentrando en lugares de Nueva York y fuentes en línea. -
– Sigue así. Voy a reunirme con el presidente de Columbia, a continuación, con Mira. Después, vamos a ver un par de posibles. Voy a volver a buscarte, o te diré dónde encontrarme. -
Ella apagó, se puso en contacto con la secretaria de Mira. -Necesito encontrarme con la Doctora en su oficina. Voy a estar en campo. -
– La Dra. Mira es…
– Un miembro esencial de este equipo de investigación. El comandante ha dado a esta investigación prioridad superior. Necesito encontrarme con ella en el edificio que alberga las oficinas del presidente de la Universidad de Columbia en una hora. -
– Ella no lo puede hacer en una hora. Noventa minutos. -
– Noventa minutos-, confirmó Eve.
Ella se dirigió a Morningside Heights, y a la belleza, la antigüedad, la dignidad de Columbia. Aparcó tan cerca como pudo de la administración, encendió su luz de En servicio y la seguridad.
Cualquier polla del campus que tratara de quitarlo o moverlo haría que quedara cerrado rápidamente.
Los estudiantes de verano descansaban en el verde césped, se sentaban cerca de las fuentes o paseaban por los senderos de uno a otro edificio. Las edades oscilaron entre los veinte y la mitad de siglo. Algunos de los mayores eran del personal, suponía, pero algunos serían estudiantes. Fomentar su educación, ir a grados avanzados, tomar un curso corto como un hobby.
La vestimenta también era variada, notó, trajes de maxicargos, jeans con microskirts. Un montón de gorras de béisbol, un montón de camisetas de la Universidad y sudaderas.
El UNSUB podría haberse mezclado aquí con tanta facilidad, en un campus extenso y que se extendía con verdes dignos y majestuosos edificios antiguos. Al igual que el Parque Central, pensó, era un mundo dentro de un mundo en el que una cara extraña no sería motivo de una ceja levantada. Sobre todo si se veía como si perteneciera allí.
Sabiendo adónde ir, vas allí. Te sientas en el césped o un banco y tomas aire, o estás un poco al aire libre estudiando.
Observación. El estuvo observando, como ella ahora. La mirada, el ritmo, la sensación.
Ella caminó hacia la Administración, mostró su tarjeta de identificación para la exploración. -Tengo una cita con la Dra. Lapkoff-.
El guardia asintió, leyó el análisis. -Ella le puso en el registro, para su despacho.-
Se movió, le dio instrucciones rápidas y concisas para llegar a la oficina del presidente.
Enrarecido, pensó Eve mientras tomaba las escaleras. El aire, la arquitectura. Las guerras Urbanas habían profanado o destruido la mayor parte de los edificios más antiguos de aquí. Se imaginó que había elementos contemporáneos -cámaras, seguridad, alarmas, guías animadas. Pero los tenían escondidos, fuera de la vista por lo que el ambiente era antiguo y tradicional.
Antes de que ella hubiera llegado a las oficinas, un hombre de unos treinta años en uno de esos trajes cruzados, cruzó el suelo de mármol ancho y se acercó a ella.
– ¿Teniente Dallas?- Su sonrisa era tan hábil como su traje, y su acento levemente, muy levemente italiano. -Soy el auxiliar administrativo de la Dra. Lapkoff. Ella quisiera que me acompañara-
Buen chico de aspecto, notó, pero que nunca pasaría por diecinueve de nuevo. Y su piel de color café no podía confundirse con blanca. Lástima, el administrador del presidente hubiera sido una excelente posibilidad.
– ¿Cuántas personas trabajan en este edificio, administrativamente?-
– ¿En el verano?-
– No, de otoño hasta la primavera.-
– Ciertamente puedo obtener esa información. La Dra. Lapkoff tiene un asistente administrativo, un secretario ejecutivo y un asistente personal. Cada uno de nosotros también tiene un asistente. Luego, por supuesto, está el rector y su equipo, los vicepresidentes y los suyos. Por aquí. -
Él la llevó a través de un área de recepción y directamente al dominio del presidente.
Ella había pensado que sería más elegante e intimidante. En cambio, a pesar de su grado y digna antigüedad, parecía la oficina de una mujer muy ocupada. Contaba con una excelente vista del campus y una pequeña sala de estar compuesta de muebles usados y tapicería descolorida por el tiempo y el sol.
Sin embargo, la pared con fotografías y títulos podría proyectar intimidación. Como la mujer parada detrás de un escritorio grande y desordenado.
Su altura y contextura le valió el término de escultural, y las características fuertes competían por el dominio con los ojos azules como láser.
Eve imaginaba que esa mirada penetrante había dado a los estudiantes recalcitrantes, profesores, y los donantes un buen escalofrío.
– Teniente, gracias por venir, y por ser tan rápida.- Ella caminó alrededor del escritorio con el paso de una mujer que sabe adónde va con desvíos mínimos y estrechó la mano de Eve con fuerza. -Harry, sirve a la teniente Dallas un poco de café. -
– No, gracias.-
– ¿No? Usted se puede ir Harry. Teniente. -Ella hizo un gesto hacia una silla, y luego volvió detrás de su escritorio de nuevo. La posición de poder. -Tengo entendido que hizo una visita a uno de nuestros dormitorios anoche.
– Correcto-.
– Le pregunté a Darian al respecto esta mañana. Él tiene miedo de estar en problemas, y está bastante molesto por las circunstancias. -
– No está en problemas. Las circunstancias son molestas. -
– Lo son. Darian es un excelente estudiante con sólo algunas infracciones menores. Yo investigué personalmente y exhaustivamente sus antecedentes esta mañana. Me preocupa que uno de nuestros estudiantes haya sido utilizado para cometer un delito, y uno de esa naturaleza. Nosotros le facilitaremos los datos que usted desee-.
– Lo aprecio-.
Lapkoff se echó hacia atrás, sonrió un poco. La sonrisa suavizó su rostro, pero los ojos se mantuvieron firmes y agudos. -Está enojada por ser convocada aquí, por así decirlo. Lo entiendo. Somos mujeres de posición y autoridad, y ser convocada no es grato. -
– El asesinato no es grato, Dra. Lapkoff, un infierno de mucho más.-
– Sí, sí. Yo no le pedí que venga sólo para satisfacer mi curiosidad. Aunque admito que yo quería echar un vistazo a la policía de Roarke. Y de Jamie Lingstrom. Yo he tomado un interés en Jamie, ya que él nos trajo a Roarke-.
Los penetrantes ojos azules brillaron con diversión por un momento. -Una vez más, por así decirlo.-
– Roarke tiene un interés personal en Jamie.-
– Así me lo han dicho. Y se por Darian que Jamie también estaba relacionado con esta chica. -Ella ladeó la cabeza.-Otra cosa que me imagino que compartimos es la capacidad de interrogar y obtener información.- Ella esperó un momento. -Y mantener la información para nosotros mismos. Aprecio su discreción, teniente, pero…
Se inclinó de nuevo hacia delante. -Esto no es sólo mi trabajo. Esta universidad y todo lo que ello conlleva son mi responsabilidad. Y mi pasión. La conclusión obvia es que esta universidad puede estar conectada a la muerte de Deena MacMasters. Eso me molesta. -
Hizo una pausa, sacudió la cabeza como si estuviera impaciente. -No, eso no es exacto. Me cabrea. Si la persona que mató a esa chica se asocia con Columbia, puede estar segura que lo quiero saber. Quiero ofrecer toda la ayuda que pueda. -
– Le agradezco su cooperación.-
– Mi abuelo paterno era policía-.
Eve levantó las cejas. -¿Sí?-
– En San Pablo. Sus historias me fascinaban cuando era niña. Se retiró como Detective Inspector. Estábamos muy orgullosos de él. Teniente. -Peach cruzó las manos sobre el escritorio. -Yo creo en la ley y el orden -y en un martini muy seco. También creo en esta universidad, lo que representa. Darian y Jamie es lo que representa. Darian está enfermo por la culpa y la preocupación. Jamie, aunque no he hablado con él, está enfermo de dolor. Usted, teniente, tiene fama de conseguir las cosas, y patear todo culo que sea necesario patear para hacerlo. Así que yo, esta oficina, y cualquier oficina o laboratorio en esta universidad están a su disposición. -
– Esa es absolutamente una buena oferta.-
Ahora Peach se inclinó hacia adelante y sus ojos eran un vidrio helado. -He visto los informes de la mañana sobre el asesinato.-
– Así que ya salieron.-
– Ellos no tienen mucho, pero suficiente. Mostraron su foto. -
– Espero tener la representación de un artista del sospechoso al final del día. Eso puede dar lugar a un nombre y ubicación, pero a menos que esté ya en el sistema, algo así puede tomar una gran cantidad de tiempo. ¿Tiene programas de imagen? -
– Lo tenemos.-
– Es posible que él fuera estudiante aquí en un tiempo, o empleado aquí. Es posible que si ejecutamos la imagen del artista a través de su base de datos de identificadores de estudiantes y personal, podría conseguir una coincidencia antes que nosotros. -
– Voy a arreglarlo.-
– No lo puede hacer cualquier persona del personal. Necesito un policía para hacerlo. Tendría una orden con su permiso y aprobación de la historia. -
– Va a tener ambas cosas.-
– Esto reduce ciertamente el tiempo.-
Esta vez Peach le dedicó una sonrisa brillante. -Una de mis mejores habilidades y ocupaciones favoritas.-
– Pues bien, cuando tengamos el boceto tendré un hombre de EDD aquí para esa tarea-.
– Voy a prepararlo-.
– Creo que el sospechoso pirateó los archivos de sus estudiantes en abril, agregó sus datos o los datos que deseaba, para que cualquier control lo mostrara como un estudiante de aquí. Él quitó los datos en o alrededor del día del asesinato. Un buen e-hombre puede ser capaz de encontrar las señales, y el rastro.-
Peach resopló. -Muy bien. Será un montón de trabajo tedioso, me imagino. -
– Eso es una buena parte de lo que hacemos. Lo tedioso-.
– Entendido. No es tan diferente de lo que hago. Supongo que esperaba algo más inmediato y emocionante. -
– Entonces usted no ha escuchado historias de su abuelo muy de cerca.-
Ella volvió a sonreír. -Sospecho que él las adornó un poco. Aún así eran jugosas. Tengo muchas ganas de leer el libro de Nadine Furst del caso Icove-.
– Mmm.- Eva se puso de pie.
– Teniente. Aunque sí creo en la ley y el orden, en la educación y en ese martini seco, también creo en la juventud, -su potencial y brevedad, su sed maravillosa. Siento mucho lo de Deena MacMasters, lamento mucho su juventud tomada y ese potencial acabado. -
– Así estamos todos-.
Peach entregó a Eve una tarjeta. -Mi información de contacto, incluido el número de mi enlace personal. Por favor, úselo si usted necesita alguna cosa. -
– Gracias, Dra. Lapkoff-.
– Llámame Peach-.