171293.fb2 Afines en la Muerte - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 16

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CAPITULO CATORCE

TENÍA QUE APRECIAR EL ESTAR CASADA CON UN HOMBRE que podía llamar a uno de sus propios jets privados en un chasquido de dedos y pilotarlo si lo deseaba.

En este caso, lo hizo, y fue una gran ventaja. Podía sentarse, seguir haciendo carreras, discutir con Peabody, teorías que rebotaban en su piloto personal, y básicamente ignorar la vista fuera del parabrisas.

– Yo habría estado lista en cinco minutos-, se quejó Peabody. Su rostro puso mala cara en la pantalla mientras que en el fondo McNab continuaba su e-trabajo en incomprensible geek.

– Hubieras tardado un mínimo de treinta minutos para acceder al transporte. No ibas a estar allí, Peabody. No vamos a perder el cuello, por el amor de Cristo. Y te necesito justo donde estás, para cavar y encontrar una dirección en Nueva York o de contacto de Darrin Pauley. Empleo, licencia de conducir, criminal, finanzas, medico. Todas y cada maldita cosa. -

– Yo podría hacer esto mientras-

– Puedes tener un viaje en avión otra vez.-

La cara de Peabody se animó, sólo un poco. -¿Cuándo?-

– Dios. Busca. Ahora. -

– Lo haré. Lo hago-.

– Y trabaja en los zapatos y el ángulo del equipo. Comprueba para ver si tiene un crédito o débito a su nombre. Si no, vamos a cruzar los datos que tenemos con los hombres con las iniciales DP. Utilizó la ID de Darian Powders. Sigue con lo familiar, así que tal vez tiene otros alias con esas iniciales. -

– Eso es bueno. Yo-

– Eso es todo. Ve a dormir algunas horas, porque vamos a informar al equipo completo a las 7:00. Reserva la sala de conferencias. Estoy fuera-, dijo Eve y cortó la transmisión.

– Mientras me encuentro, como siempre, emocionado por su comportamiento al mando-, dijo Roarke -, este miembro del equipo no estará disponible a las 7:00 de la mañana.-

Suprimió la necesidad de jurar, porque maldita sea, lo podría haber utilizado. -Los civiles obtienen un pase.-

– Puedo reordenar algunas cosas si Feeney me necesita, y estar disponible para él a la misma hora que hoy-.

– Si funciona para ti. Él no va a estar en Alabama. Él necesita la recompensa de ver, de primera mano, a MacMasters devastado. Y él ha estado en Nueva York desde hace algún tiempo. Tal vez no por cinco años, tal vez no todo el tiempo desde su paso por Columbia, pero desde hace un tiempo. Manteniendo un ojo en las cosas, tejiendo su tela. Él va a venir al memorial, así que no puedo soltar el croquis a los medios de comunicación y descubrirlo. Podría empujarlo contra el padre. -

– Entonces, que haces. Esperas hasta después de la ceremonia. -

– Un riesgo calculado.- Ella quería ponerse de pie, caminar, pero el tamaño del avión, la extensión de la noche, el vacío fuera del parabrisas la mantuvo en su lugar. -No hay posibilidad de que esté allí. Muy poca posibilidad, pero no puede ser ignorada. Mejor posibilidad, su padre sabe dónde está, y puedo ir a buscarlo. A continuación, controlamos las comunicaciones del padre hasta que tomamos al bastardo. El otro extremo es, no consigo nada, el padre aconseja a Pauley, y él escapa. Pero… -

– No lo creo.-

– Un hombre de familia, matrimonio largo, otro niño. Ningún otro penal de una detención de menor importancia por perturbar la paz cuando tenía veinte años. Sólido historial de empleo, salario de nivel medio, pequeña casa en los suburbios, hipoteca. ¿Este hombre va a arriesgar a su esposa y su hija, esa casita, el trabajo, la vida, para esquivar una investigación policial sobre la violación y asesinato de una niña? ¿Cargos por obstrucción, encubrimiento, y cualquier cosa que pueda usar para ejercer presión sobre él? -

– Depende, yo diría, de lo mucho que ama a su hijo, y lo lejos que va a llegar para protegerlo. -

– Yo no entiendo esa clase de amor, de esos que protegen monstruos. No creo que sea amor. Si ama a este enfermo, hijo de puta, voy a usar eso. Él necesita ayuda. Ayúdenos a ayudarle. Si yo no lo encuentro, alguien más podría hacerlo. Mató a la hija de un policía y otra persona podría ponerse sobre la ley. -

Ella tamborileó con los dedos en el muslo, trató de ignorar la trepidación del avión, que comenzaba a descender.-Tengo que tomar otro riesgo.- Ella llamó a Baxter en casa. -Toma el dibujo-, le ordenó sin más preámbulos.-Busca a Trueheart e indaga en los cafés, clubes, lugares de reunión alrededor de la universidad, y en el campus-.

– ¿Ahora?-

– No, caramba, siempre que lo desees. Jamie trabajó un programa de imágenes de Columbia. Habla con él, hazle saber que estás en el campus. Y, si no es mucha molestia, si no interfiere con tus planes para la noche…

– Jesús, Dallas, tiras de mis bolas.-

– Tus pelotas nunca me han interesado, Baxter-.

– Una vez más, ¡ay!-.

– Lleva el boceto alrededor de barrio MacMasters. Todo lo que aparece, me llamas. De lo contrario, informativa a las 7:00, sala de conferencias de la Central. -

– Muy bien. Está bien. ¿Dónde diablos estás? -

– Estoy a punto de llegar a Alabama.- Su estómago se volcó. -Espero, sinceramente, en una sola pieza. Peabody tiene los detalles si los necesitas. Muévete, Baxter-.

– En movimiento-.

La teniente Dallas, que pasaría a través de un tiroteo para hacer el trabajo, cerró los ojos con su estómago temblando cuando cruzaron hacia la toma de contacto para el aterrizaje.

Ella estaba mejor cuando estaban comprimidos a lo largo de las carreteras con elegantes coches de alquiler, con el pesado aire del sur azotando su cabeza.

– Un poco tarde para una llamada de la policía a un hombre de familia-, dijo. -Bueno, nos da una ventaja.-

– No es tan tarde. Estamos en tiempo en la Central -, le dijo. -Estamos una hora antes aquí-.

Ella apretó los dedos a los ojos. -Así que estamos aquí antes de irnos. ¿Cómo cualquier persona puede no mantener su cerebro encrespado con cosas como esta? -

Incapaz de resistir, Roarke le dio un codazo y una sonrisa. -Y cuando volvamos, vamos a perder una hora.-

– ¿Ves? No tiene sentido. ¿Cómo se puede perder una hora? ¿Adónde va? ¿Puede alguien encontrarla? ¿Puedes informarlo a la División de Tiempo Perdido? -

– Querida Eve, tengo que informarte que el mundo no es plano, ni Nueva York su centro.-

– La primera parte, está bien, ¿pero la segunda? Tal vez debería serlo. Las cosas serían más simples. -

Redujo la velocidad, deslizándose sobre una calle suburbana, donde los árboles eran abundantes y las casas atascadas tan cerca de Eve se preguntó por qué los ocupantes no vivían en apartamentos. Así probablemente tendrían más privacidad.

Minúsculos patios se extendían desde el lavado hasta el alumbrado público y la seguridad, y el olor de la hierba, junto con algo profundo y dulce, impregnaba el aire.

Después de poner el asistente de navegación del vehículo, Roarke giró a la izquierda en una esquina y se detuvo ante una casa-igual que todas las otras casas-en el centro de la cuadra.

Eve frunció el ceño ante la casa. ¿Se había malacostumbrado viviendo en la enorme casa que Roarke había construido, o la casa era del tamaño de su caja de zapatos promedio? Dos pequeños coches estaban estacionados, uno contra el otro, en la calzada estrecha. Pequeñas flores crecían a lo largo del borde.

Las luces parpadeaban contra el cristal de la ventana. En su resplandor, vio una bicicleta aparcada junto a la escalera de entrada.

– Estas personas no pueden permitirse el lujo de enviar un niño a Columbia. A menos que tenga una beca – lo que está fuera de perfil- ¿cómo iban a pagar ese tipo de carga? -

– Bueno, los sabios y previsores suelen comenzar a ahorrar e invertir para la educación universitaria, mientras el niño se encuentra todavía en el útero. Incluso entonces, sí, se necesitarían considerables sumas. -

Salió, se dirigió hacia la casa. Se detuvo con su mano apoyada en la culata del arma. -¿Oyes eso?-, Exigió mientras ladeaba la cabeza ante el eructo bajo repetitivo que se elevaba en el aire lleno de vapor.

– Por supuesto que lo oigo. Estoy parado aquí. -

– ¿Qué diablos es eso?-

– No estoy del todo seguro, pero creo que puede ser una especie de rana-.

– ¿Rana? ¿En serio? ¿Esas cosas verdes que saltan? -Ella escaneó la oscuridad y las corrientes de las farolas.-Suena muy grande. Como una alienígena -rana grande. -

– No tengo mucha experiencia personal con las ranas, pero no creo que tengan ranas alienígenas en Alabama. Por lo menos no el tipo que requieran de tu impresionante arma de policía. -

– Vamos a ver eso.- Por si acaso, se quedó con la mano en el arma.

A través de la ventana del frente vio el movimiento en la pantalla de entretenimiento, y el hombre sentado en un sillón reclinable, la mujer con los pies acurrucados en el sofá.

– Noche tranquila en casa delante de la pantalla-, murmuró Eve. -¿Podrían, estar así, si tuvieron alguna parte en…? ¿Qué está haciendo? La mujer ¿Qué está haciendo con los palillos y el hilo? -

– No tengo ni idea. ¿Por qué tengo que tener las respuestas a estas cosas? -

– Porque- si. Dijo ella y le hizo reír.

– Bueno, a simple vista, parece ser una especie de nave…-.

Siguió hacia la puerta, estudiando los palos, el hilo, la mujer. Lo sacó de algún archivo de los hechos enterrados. -Haciendo punto- Eve golpeó el hombro de Roarke. -Conseguí una. Ella está tejiendo. -

– Si tú lo dices.-

– Yo vi esa cosa, -los palos, el hilo, en alguna parte, en algún caso. Ella esta tejiendo, está mirando la pantalla y toma cerveza, y la bicicleta de la niña se encuentra estacionada en la puerta- no encadenada. No son delincuentes que ayudaron a planear el asesinato de una adolescente, y si están involucrados en la piratería o el robo de identidad, voy a ponerme a tejer. -

– ¿Todos eso a partir de una mirada a través de la ventana de la sala?-

– ¿La seguridad? Mínima, y ahora ni siquiera está activada. No hay cortinas, nada que ocultar aquí. -Ella se acercó a la puerta, llamó. En un momento, la mujer abrió la puerta, sin consultar ni preguntar quién estaba allí.

Su sonrisa fácil pasó a la sorpresa, pero no dejó de ser bienvenida. -Bueno, hola, ¿qué puedo hacer por ustedes?-

La voz era tan cálida y dulce como el aire. Ella se echó hacia atrás el pelo rubio miel como algunas mujeres lo hacían cuando se ven atrapadas por sorpresa.

– Estamos buscando a Darrin Pauley.-

– ¡Ay Dios, creo que vive en Chicago o algo así. No lo hemos visto en…

– ¿Quién es, Mimi?-

– Están buscando a Darrin, dulce. No hay nada malo en que se queden en la puerta, pero…

Eve sacó su placa, vio como los ojos de Mimi se ampliaban mientras Vincent Pauley se acercaba a la puerta. -¿Qué es todo esto? ¿Policía? ¿Policía de Nueva York? ¿Él está en problemas? ¿Darrin está en problemas? Bueno, infiernos.- Lo dijo en un suspiro, algo resignado, triste, y sorprendido a la vez. – Será mejor que hablemos adentro. -

Le hizo un gesto a su esposa, mientras ella le frotaba el brazo para confortarlo. -¿Por qué no les sirvo un poco de té? Es una noche cálida, y estoy seguro de que podrían tomar algo frío. -

– ¿Mamá?- Una niña pequeña miraba hacia abajo sobre la barandilla en la parte superior de la escalera a la derecha.

– Vuelve a la cama, Jennie. Son sólo algunas personas que quieren hablar con papá. Vamos, tienes un gran día mañana. -

La chica parpadeó con ojos soñolientos hacia Eve, a continuación, se deslizó al piso de arriba.

– Vamos a jugar el Mundial mañana, junto con la mejor amiga de Jennie y sus padres. Dos días de parques de atracciones y agua. Dios nos ayude. Yo estoy balbuceando. Déjeme traer el té. -

Ella se deslizó lejos. Eve se preguntó si su prisa era para escaparse, o para volver rápidamente. En cualquier caso, ella y Roarke se quedaron con Vicente Pauley de hermoso rostro y los ojos tristes.

– Vamos a tomar asiento. Pantalla fuera-, ordenó, y apagó la comedia. -Creo que siempre me he preguntado si algún día tendría la policía en la puerta preguntando por Darrin. Han pasado años desde que incluso puse mis ojos en él. Yo no puedo decirles dónde está. El no está en contacto. -

– ¿Cuándo fue la última vez que vio a su hijo, Sr. Pauley?-

Sonrió, pero había amargura en los bordes. -No sé si es mi hijo.- Se frotó los ojos. -Dios, hay cosas que nunca dejan de venir detrás de usted, ¿verdad? Yo estaba con su madre cuando él nació, y había estado con ella durante meses antes. Puse mi nombre en los registros. Pensé que era mío. Pero yo no sabía que ella había estado con otra persona antes de estar conmigo, mientras estaba conmigo. Yo no tenía veinte todavía, era verde como la hierba y estúpido con ella. -

– No digas eso, Vinnie!- Mimi entró llevando una bandeja con una jarra grande, varios vasos llenos con rodajas de limón y trozos de hielo.

Roarke se levantó. -Deje que le ayude con eso, señora Pauley.-

– Oh, gracias. Usted tiene un acento agradable. ¿Es de Inglaterra? -

– Irlanda, hace mucho tiempo.-

– La abuela de mi abuela, por parte de mi padre, era de Irlanda. De un lugar llamado Ennis-.

Ella lo pronunciaba mal, con acento en el final, pero Roarke sonrió. -Un pueblo pequeño y encantador. Tengo gente no lejos de allí. -

– Y en Estados Unidos para ser policía.-

– Él es un consultor,- dijo Eve, con firmeza, cuando Roarke sofocó una sonrisa. -La madre de Darrin aparece como Inga Sorenson, fallecida.-

– Ese es el nombre que usaba cuando estaba con ella, y lo dejé de esa manera en los registros. No sé si era su nombre. No sé si está viva o muerta. Yo dije que estaba muerta, pero… -

– ¿Por qué no me dice cuando fue la última vez que lo vio o habló con él?-

– Creo que tal vez hace seis años, o siete-.

– Siete-, confirmó Mimi. -A principios de primavera porque yo estaba poniendo las plantas de la parte de atrás, y Jennie estaba en la guardería. Vinnie estaba en el trabajo, y yo estaba sola aquí. Tenía miedo de dejarlos entrar así que llamé a Vinnie y él volvió a casa. -

– ¿Ellos?-Repitió Eve, y vio a Mimi deslizar la mirada hacia su marido.

– Darrin, y el hombre que puede ser su padre-, dijo Vinnie. -El hombre al que considera su padre, y con el que Inga estaba antes que yo, y tal vez mientras estaba conmigo según sé. Mi hermano-.

– No aparece ningún hermano en sus registros, Sr. Pauley.-

– No. Yo lo quité. Me costó mucho dinero, y es ilegal, supongo, pero necesitaba hacerlo. Lo necesitaba antes de poder pedirle a Mimi que se casara conmigo. -

– Es un hombre malo. Un hombre muy malo. Vinnie no es como él, agente. -

– Teniente. Dallas. ¿Cómo es un hombre malo? -Eve preguntó.

– Él hace lo que quiere, toma lo que quiere, lastima a quien quiere-, le dijo Vinnie. -Él siempre lo hacía, incluso cuando éramos niños. Se fue cuando teníamos dieciséis años. -

– ¿Teníamos?- Repitió Roarke. -¿Son gemelos entonces?-

– Mellizos, no idénticos.- La distinción parecía un punto importante para Vinnie. -Sin embargo, nos parecemos mucho.-

– Yo nunca les confundí. Hay algo que da miedo en sus ojos. -Mimi se estremeció. -Algo malo, que no está bien en ellos. Y lo siento, Vinnie, está en los ojos de ese muchacho, también. No importa cuán dulce sonríe o cómo de educado habla, está en sus ojos. -

– Tal vez lo está. De todos modos, ellos no estuvieron aquí mucho tiempo. Ellos querían quedarse unos días. Dios sabe por qué, o lo que habían hecho que necesitaban quedarse aquí. Le dije que Darrin podría quedarse, pero Vance tenía que irse. Él no se quería quedar sin Vance. Le pregunté acerca de su madre, ¿por qué no estaba su madre con él?. Él es el que dijo que estaba muerta. Dijo que había estado muerta por años. Asesinada dijo. -

– ¿Cómo?-

– Él no me dijo. Me sorprendió, y le pregunté, ¿cómo, cuándo, quién? Todo lo que dijo fue que sabía quién era el responsable. Y tenía planes. Mimi tiene razón. Algo no está bien en sus ojos, y cuando lo dijo lo pude ver. Tenía planes. Los quise lejos de mi familia. -

Vinnie miró hacia las escaleras. -Yo los quería lejos de Mimi y Jennie. Incluso si él es mío, yo no lo quiero cerca de mis hijas. Esa es la parte difícil, ¿sabes? Incluso si él es mío. -

– Nosotros somos tuyos,- dijo Mimi en voz baja. -Eso es lo que importa.-

Vinnie asintió con la cabeza, tomó un largo trago de la copa helada. -Yo no tenía veinte cuando Inga… ella era hermosa. Lo siento, cariño. -

– Está bien.- Mimi le tomó la mano, le dio un apretón fuerte. -Yo estoy aquí-

Llevó sus manos a los labios, presionó con fuerza sus nudillos. -Seguro que lo estas. Que lo están. -

– Anda y diles al respecto-, le pidió Mimi. -Deja de preocuparte y diles.-

– Muy bien. Me enamoré de ella, de Inga. Por lo que yo pensaba que era. No sé si ella escapó de mi hermano, o si lo pensaban juntos, para engañarme, para usarme y tener un lugar seguro donde permanecer mientras estaba embarazada. Era difícil saberlo. Ya no tanto, pero en aquel entonces, cuando ocurrió, era difícil. Y por eso pagué para sacar el nombre de Vance de mis datos. -

– Nadie va a hacerle sufrir por eso, señor Pauley,- le aseguró Eve.

Él asintió con la cabeza. -Bueno, eso es bueno saberlo. De todas formas, Inga me dejó cuando Darrin tenía un par de meses de edad. Tomó todo lo que no estaba clavado en mi casa, mi coche, limpió los ahorros que tenía, incluso la pequeña cuenta que abrí para el niño antes de que él naciera. Todo lo que quedó era este cubo de video de mi hermano, riéndose, dándome gracias por cuidarla para él. Me enteré de que había sido detenido cerca de un año antes. Por algún tipo de fraude o algo así. Supongo que tal vez envió a Inga conmigo, así que yo… la cuidé. Y cuando salió, él se la llevó. Así como así.

– Nunca la volví a ver, nunca vi a Vance o el niño otra vez hasta ese día que Mimí me llamó a casa. Contraté a un investigador privado para tratar de encontrarlos, pero yo no podía permitírmelo por mucho tiempo. Nunca llegó a nada, pero quería intentarlo. No sé si era mío, el muchacho, pero en aquel entonces, lo sentía como el mío. -

– Hiciste lo mejor que pudiste.-

Sonrió a Mimí, pero sus ojos estaban húmedos. -Sentí el deseo de rendirme. Supongo que así fue. Yo estuve enojado mucho tiempo, y luego, bueno, conocí a Mimi. Lo puse detrás de mí, hasta que se presentó aquí hace unos años. Y yo no sé adónde se fueron desde aquí. Tenemos un e-mail de Darrin de hace unos tres años. Dijo que estaba en la universidad, en Chicago. Que iba a hacer algo de sí mismo, estudiando mucho. Parecía… -

– Sincero-, agregó Mimi.

– Creo que lo era-, Vinnie dijo con un suspiro. -Él preguntó si tal vez lo podía ayudar un poco. Dinero. Conociendo a Vance, lo comprobé. Y él estaba registrado en la universidad como dijo. Así que le envié mil dólares. -

– Y nunca supimos nada más-, terminó Mimi. -¿Pero después de eso? Alguien accedió a nuestra cuenta bancaria. Eso sólo era nuestra cuenta de emergencias, gracias al Señor, donde Vinnie tiene el dinero que enviaba Darrin. Sólo había otros cinco mil en la misma. Tomó cuatro de la misma. Lo hizo, Vinnie, -dijo ella cuando su marido pareció a punto de protestar.

Suspiró, asintió con la cabeza. -Sí, supongo que él lo hizo.-

– Vinnie no lo reportó a la policía.-

– Si es mío, él tiene derecho a algo. Y podría estar terminando allí. El estaba registrado. He intentado contactar con él a través de la universidad, pero me dijeron que no estaba registrado. Que no tenían antecedentes de él. Yo discutí, porque ellos lo tenían dos semanas antes. Pero no llegaremos a ninguna parte. -

¿Cuánto se registró? Preguntó Eve. -Creemos que el hombre que conocemos como Darrin Pauley está y ha estado en Nueva York. Creemos que ha cometido diversos delitos cibernéticos y participó en robos de identidad. -

Vinnie bajó la cabeza en sus manos. -Igual que Vance. Igual que Vance. ¿Qué les digo a mis padres? ¿Qué les digo a ellos? -

– Sr. Pauley, hay más. Es más duro, y dentro de las siguientes cuarenta y ocho horas va a estar en los medios de comunicación. -Él levantó la cara para mirarla, y sus ojos estaban llenos de temor. -El hombre que conocemos como Darrin Pauley es el principal sospechoso de la violación y asesinato de una niña de dieciséis años de edad. La hija de un oficial de policía condecorado. -

– No. No. No. Mimi-.

Puso sus brazos alrededor de él, y aunque su rostro registraba conmoción y horror, no mostró incredulidad. Sus ojos se encontraron con Eve mientras sostenía a su esposo, y ella asintió. -Yo tenía miedo de él. Cuando me miró, yo tenía miedo. Esa chica, hemos escuchado al respecto. Hemos oído hablar de ella esta mañana en la pantalla del dormitorio cuando estábamos vistiéndonos. Dijeron su nombre. Teniente Dallas. Lo había olvidado. -

– Necesito algo que pueda recordar, cualquier detalle que me puede dar de Darrin, su hermano, Inga Sorenson.-

– Creo que podría haber sacado dinero a mis padres un par de veces.- Vinnie se frotó los ojos. -No hablamos sobre esto, o ellos, pero es difícil decir que no a los suyos.-

– Vamos a averiguarlo.-

– Déjeme hacer eso. Déjeme hablar con ellos, explicarles… de alguna manera. Voy a usar la otra habitación. ¿Está bien? -

– Adelante-.

– ¿Qué hacemos ahora?-, Preguntó Mimi. -¿Qué debemos hacer? Si viene aquí -

– No creo que lo haga. No tienen nada que él quiera. Pero voy a hablar con la policía local. Si se pone en contacto con usted, usted debe mantener la calma, comportarse de forma natural. Y contactar con la policía local, y conmigo de inmediato. -

– Nos vamos de vacaciones mañana.-

– Y debe hacerlo,- le dijo Eve. -Vayan exactamente como lo planearon. ¡Lejos de esto. -

– Disfruta de tu hija-, agregó Roarke. -Usted tiene una buena familia. Esto no es parte de ella. -

***

En el camino de regreso al transporte, Eve miró hacia el cielo. -Sólo otras víctimas más.-

– Ella es una sensible. Por lo menos ella tiene un tufillo de ello-, añadió cuando Eve se volvió para estudiarlo. -Sólo un sentimiento que tengo de ella, y uno en el que creo, que podría explicar por qué ella vio lo que hay dentro de ese muchacho. Tal vez no era tan hábil para ocultarlo, pero yo creo que ella vio su interior, y le dio miedo. -

– Ella tenía razón de temerlo.- Sentándose, comenzó una carrera de Vance Pauley. -Y tenía razón cuando dijo que Vance era un hombre malo. Muchos problemas aquí. Sus antecedentes juveniles sin sellar así que alguien se me adelantó en el camino. Tenía problemas desde los nueve. Ausentismo escolar, robo, destrucción de propiedad privada, acoso cibernético, piratería, asalto, agresión. -

– ¿Con nueve sangrientos?-

– Me estoy moviendo a través. Doce la primera agresión. El fraude de identidad fue lo que lo detuvo en el período Inga. Luego desapareció, así como así. Tiene una hoja de una milla de largo de la infancia a la edad de veintiún años, luego nada. -

– Fue más inteligente.-

– O Inga era más inteligente, y corrió los juegos, le enseñó. Y no tengo nada de ella, nada con el nombre que corresponda a la edad, la descripción que Pauley me dio, la ubicación, donde vivió cuando estaba con él. Ella aparece en los registros de Darrin como su madre, muerta el 16 de mayo del 2041. Él habría tenido cuatro años. Pero no hay partida de defunción correspondiente.-

– Ella va a estar en los archivos de MacMasters. No con ese nombre, necesariamente, pero es el motivo. La razón para el plan que hizo hace apenas siete años. -

– Sí. Y la voy a encontrar. -

Ella sacó su -vínculo cuando sonó. -Dallas-.

– ¿Estás en serio en Alabama?- Exigió Baxter.

– Estoy en camino al transporte, y de regreso de nuevo.-

– ¿Podrías traer un poco de barbacoa? No hay nada como la barbacoa del Sur. -

– Baxter, es tu culo el que va estar en una barbacoa si me estás llamando por nada.-

– ¿Puedo tener barbacoa si tengo algo? Jesús, Dallas, que vas a asustar a mi apetito con esa cara. Bueno, tenemos un éxito. Una muchacha que trabaja en la barra de un club que abastece a los tipos de la universidad apenas legal. Ella hizo el boceto. Ella dice que fue a algunas clases con este chico. Realmente fue a Columbia. Mejor aún, ella es una estudiante de postgrado, trabajando su camino para su maestría, y dice que lo vio -te va a encantar- en una fiesta en la víspera de Año Nuevo. -

– Powders-.

– Powders. Nos dijo que ella estaba allí sola, y bueno, ¿por qué no, por qué no poner un pequeño éxito en él. Él no estaba interesado en ella. Créanme, un hombre debería estar loco para no interesarse. ¿No es así, Trueheart? -

– Ella es muy bonita.-

– Caliente. Te quemas los dedos de ardiente. -Suspiró como un tutor paciente. -Mi trabajo nunca se termina con este muchacho.-

– Que te lo escriba. -

– Ahí es donde el trabajo del niño nunca se termina. Así que nosotros nos esforzamos…

– ¿Ustedes mismos que?-

– Nosotros apuramos a Powders, y obtuvimos la confirmación. Él, su compañero de cuarto, -por desgracia todos menores de edad- lo reconocieron. Sólo alguien que veía de vez en cuando. Pero la chica le vio la noche de la fiesta. Ella dijo que siempre nota a los chicos helados -y le dio a nuestro Trueheart un pequeño aleteo. -

– Señor, ella no-

– Tienes que ser más observador, mi joven aprendiz. Así que nosotros vamos a conseguir los testigos de la noche que le levantó el ID de Powders. Es bueno. -

– Es bueno.-

– Dallas, también es malditamente tarde para ir a tocar la puerta de MacMasters-.

– No es más que… mierda.- Una hora ganada, una hora perdida. Ella simplemente lo odiaba. -Lo verás después de la conferencia de mañana.-

– Nosotros tal vez consigamos un par más aquí y allá. Shilly es sólida. -

– Shilly-.

– Yo sé, que incluso tiene vapor, un nombre en llamas. Acerca de la barbacoa-.

Ella le cortó.

– La APA va a estar contenta con eso cuando lo bajemos,- le dijo a Roarke. -Está bien construido. Si te las arreglas para limpiar ese disco duro, y me consigues la foto de él cruzando la puerta-

– Yo lo haré.-

– Lo vamos a guardar. Pero tenemos que encontrarlo primero. Tenemos la cara, murmuró. -Tenemos un nombre. No el que está usando ahora, no, no el que utilizó con Deena. Ese fue David. Sino un nombre. Que tenga sentido, conexión con su parentesco. -

Notó que estaban a punto de entrar en la estación de transporte. -Puedo iniciar la búsqueda de Inga -cualquiera sea el nombre que usaba- en el camino a casa.-

– Yo podría encontrarla más rápido, apostaría. Si deseas pilotear-.

– Ja, ja.-

– Tú disfrutarías más del vuelo si aprendes a manejar los controles.-

– Prefiero hacer de cuenta que estoy en el suelo.-

Roarke le envió una sonrisa rápida. ¿Y cuántos vehículos has destrozado, volado, o destruido en los pasados, oh, dos años? -

– Piensa en eso, entonces imagina que pasaría si estoy al volante a treinta mil pies.-

– Buen punto. Yo voy a pilotar el vuelo. -

– Haz eso, as.-

Aparcó. -Ellos tenían algo, los Pauley. Una base sólida, una fuerte conexión entre sí. Cada uno de ellos sólido por su lado, desde mi percepción, y más juntos todavía. -

– Yo no diría. Él se siente responsable, y siente una especie de dolor por Darrin. Aunque es muy poco probable que él sea el padre. -

– Sigue siendo su sangre, en cualquier caso. La sangre es un lazo fuerte. El parentesco, como has dicho. Y un buen hombre así, debe sentirlo igual. -

– Un hombre malo puede sentirlo, también,- dijo ella y salió del coche para regresar a casa.