172914.fb2
Cuando el tren se acercó a Santo Domingo, algunos viajeros forcejearon por ganar las puertas mientras preguntaban con impaciencia a cuantos les bloqueaban el camino: «¿Va a salir?». Cuando se abrieron las puertas, hubo la consiguiente avalancha y un movimiento general de preparación para la estación siguiente, donde tendría lugar la fase más dura de la pugna entre los que bajarían y los que querrían subir.