172956.fb2
– ¿Qué aspecto tengo, viejo?
Fizerley miró a su amigo de arriba abajo con ojo crítico.
– Excelente, Compston. ¿O debería decir Mehmet? Tú eres Mehmet a partir de este momento, recuérdalo.
Compston soltó una risita y se miró en el espejo de la embajada. Fizerley había sido tremendamente hábil con el turbante… Al final consiguieron arreglarlo de manera que no asomara ni un pelo de su rubia cabeza, y aunque el equilibrio del turbante había sufrido ligeramente en consecuencia, eso no se vería. «Sé un buen chico, y no dejes de mover la cabeza», sugirió Fizerley amablemente. Es decir, Alí. Alí Babá, a su servicio.
Compston-Mehmet se rió tontamente y se puso un poco más de hollín en las cejas.
– Esperemos que no llueva.