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Unos minutos después, Alberto volvió.
– Habíame un poco de Zabaleta -le dije-. ¿Edad?
– Unos cuarenta y ocho o cuarenta y nueve.
– ¿Casado?
– Sí. Su mujer es María Victoria Villaencina.
– ¿La que a veces sale en Hola [10]?
– Sí. Una mujer muy…
– ¿Muy qué?
– No sé cómo decirlo… Muy especial. Muy inteligente, muy elegante… Es hija del Marqués del Carpo, ya sabes…
– No, ni ¡dea, sólo leo Hola en el dentista y en la peluquería.
– Bueno, pues eso, es una aristócrata, pero de la aristocracia pobre.
– ¿Qué tal iba el matrimonio? ¿Problemas?
– No sé, quizá. Ignacio y yo no hablábamos de cosas personales.
– ¿Cuándo puedo hablar con ella?
– ¿Con la mujer de Zabaleta?
– Sí.
– No ha llegado todavía. Cuando llegue a Madrid, supongo.
– O sea que estaba fuera…
– Estaba de vacaciones en Cuba, en La Habana. Llega esta noche, creo. Ella fue la última persona que habló con Ignacio Zabaleta. Le llamó anoche desde la Habana, a las nueve y media, hora española. Allí en La Habana, eran las tres y media.
– ¿Y tú? ¿Dónde estuviste anoche desde las ocho hasta las once?
– A ver…
Alberto intentaba ordenar sus recuerdos.
– Salí de aquí a las siete, fui al supermercado de El Corte Inglés [11] a comprar unas botellas de cava [12]. Por la noche estaba invitado en casa de unos amigos y quería llevarles algo [13].
Luego, me fui a casa. Había mucho tráfico y tardé mucho. Es que vivo en Pozuelo [14], ¿sabes?
– No, no sabía -dije pensando que efectivamente no sabía casi nada del Alberto actual.
– Llegué a casa sobre las nueve o nueve y media. Estuve un rato en casa y sobre las diez, fui a casa de esos amigos.
– O sea que entre las siete y las diez no tienes ninguna coartada… ¿Estuviste todo el rato solo?
– Sí.
Pensé que eso no era nada bueno para Alberto, pero no dije nada. Despedido por Zabaleta, sin coartada entre las siete y las diez, candidato a ser el futuro director de «Publimagen»… Iba a ser difícil demostrar que era ¡nocente.
– Algo más? ¿Algo que pueda ser interesante?
– Sí, un anónimo.
– ¿Una carta?
– Sí, Zabaleta recibió una carta muy extraña hace dos o tres días. La carta decía que teníamos que dejar la campaña electoral de Alfonso Juárez, que si no lo hacíamos, matarían a alguien.
– ¿Qué raro, ¿no?
– Sí, es muy raro.
– ¿Puede ser una asesinato político?
– Ni ¡dea. Pero hay algo más: la policía cree que esa carta se escribió con mi ordenador.
– ¿Cómo que con tu ordenador?
– No sé, no sé… Lola, yo no entiendo nada de lo que está pasando. ¿Qué voy a hacer? -dijo desesperado.
¡Pobre Alberto! Yo sí lo entendía: alguien quería verle en la cárcel, alguien que había matado a Ignacio Zabaleta.
Pero, ¿quién?
<a l:href="#_ftnref10">[10]</a> Hola es una revista cuyo tema principal es la vida de los personajes famosos, especialmente, de los aristócratas. Es una de las revistas de mayor tirada en España.
<a l:href="#_ftnref11">[11]</a> El Corte Inglés es la cadena de grandes almacenes más importante en España. Se encuentra en todas las grandes ciudades.
<a l:href="#_ftnref11">[12]</a> El cava es un vino catalán elaborado con el mismo método que el champán francés.
<a l:href="#_ftnref11">[13]</a> Cuando se va a cenar o comer a casa de alguien es muy corriente llevar algo, un postre o una o varias botellas de vino.
<a l:href="#_ftnref14">[14]</a> Pozuelo es un pueblo cercano a Madrid. Muchos madrileños de clase media y alta han construido sus casas allí. Se encuentra al noroeste de Madrid.