174041.fb2 La serpiente de piedra - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 12

La serpiente de piedra - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 12

10

Cuando Yashim seguía al criado por el vestíbulo, se abrió una puerta y un joven salió por ella.

– Un momento -dijo el joven-. Vete, Dimitri. Yo acompañaré al amigo.

El muchacho en cuestión tendría algo más de veinte años. Tenía una espesa pelambrera negra y era de fuerte constitución, con anchos hombros y una gran mandíbula que no había perdido sus mofletes de mocoso. Iba ataviado con una bien cortada estambulina, almidonado cuello de camisa con una corbata de seda, negros pantalones de tubo y un par de finos escarpines de cuero negro. Era casi tan guapo como su madre -el parecido era notable-, pero sus ojos, que eran más pequeños, más duros, contrastaban con su sensual boca, cosa que a Yashim le gustó más bien poco.

– Buenos días -dijo cortésmente.

El joven frunció el ceño, y miró fijamente a Yashim.

– Le vi llegar. Estaba usted hablando con madre.

Yashim levantó una ceja y no respondió.

– ¿Hablaban de mí? -preguntó bruscamente el joven.

– No lo sé. ¿Quién es usted?

– Mi nombre es Alexander Mavrogordato -añadió en actitud desafiante, como si medio hubiera esperado que Yashim lo negara.

Yashim se quedó un momento pensativo.

– No. No, no hablábamos de usted en absoluto. ¿Deberíamos?

El joven Mavrogordato le lanzó una mirada de sospecha.

– ¿Se está usted haciendo el listillo?

– Así lo espero, monsieur Mavrogordato. Pero ahora, si me perdona usted…

El joven alargó la mano y agarró a Yashim por la manga.

– ¿Por qué está usted aquí, entonces?

Yashim bajó lentamente la mirada a la mano que sujetaba su manga y frunció el ceño. Se produjo una pausa. Mavrogordato soltó su presa. Yashim se alisó la manga con la mano.

– Quizás podría usted discutirlo con su madre. Por favor, no vuelva a detenerme.

Pasó por el lado del joven. Cuando lo hacía sintió su respiración sobre su cara; apestaba como una taberna.