37356.fb2
Los antiguos romanos no dividían el día como nosotros en grupos de horas vinculados a la «madrugada», la «mañana», la «tarde» y la «noche», sino que comenzaban por la salida del sol, de tal manera que cuando un romano hablaba de la primera hora del día se refería literalmente a la primera hora de luz solar; y la primera hora de la noche era la primera hora de oscuridad. La siguiente lista es una somera aproximación a las equivalencias horarias del día, sacadas de fuentes históricas y utilizadas en Asesinato en la Vía Apia:
7 de la mañana hora prima del día
8 de la mañana hora segunda del día
9 de la mañana hora tercia del día
10 de la mañana hora cuarta del día
11 de la mañana hora quinta del día
MEDIODÍA hora sexta del día
1 de la tarde hora séptima del día
2 de la tarde hora octava del día
3 de la tarde hora nona del día
4 de la tarde hora décima del día
5 de la tarde hora undécima del día
6 de la tarde hora duodécima del día
7 de la tarde hora prima de la noche
8 de la noche hora segunda de la noche
9 de la noche hora tercia de la noche
10 de la noche hora cuarta de la noche
11 de la noche hora quinta de la noche
MEDIANOCHE hora sexta de la noche
1 de la madrugada hora séptima de la noche
2 de la madrugada hora octava de la noche
3 de la madrugada hora nona de la noche
4 de la madrugada hora décima de la noche
5 de la mañana hora undécima de la noche
6 de la mañana hora duodécima de la noche