37706.fb2 De repente en lo profundo del bosque - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 27

De repente en lo profundo del bosque - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 27

25

Maya dudó un poco antes de plantear con cuidado sus preguntas:

– Pero, en realidad, ¿por qué decidiste huir? ¿Por qué no intentaste encontrar al menos un amigo o dos? ¿O una amiga? ¿Cómo no pensaste que merecía la pena al menos intentar cambiar algo? ¿O cambiar tú? ¿Es que nunca tuviste curiosidad por saber qué era exactamente lo que te convertía en el centro de sus burlas? ¿Por qué precisamente tú? ¿Son demasiadas preguntas, no? Mi madre siempre se enfada conmigo, «¿qué haces todo el rato preguntando y preguntando?, déjalo de una vez, cada pregunta tuya añade una grieta más a las paredes de la cabaña».

El hombre no miraba a Maya ni a Mati, y tampoco respondió enseguida, sino que clavó una mirada amarga en las yemas de sus dedos, en sus grandes y oscuras uñas. A todas las preguntas de Maya, contestó con tres palabras:

– Me resultaba difícil.

Al cabo de un rato añadió:

– Yo, al igual que tú, también preguntaba sin parar. Pero todas esas preguntas sólo hacían que la gente se burlase aún más de mí. Hasta que de tantas grietas ya no me quedó cabaña.

– Maya, ya basta -dijo Mati.

– ¿Cómo que ya basta? ¿Por qué ya basta, Mati? -le contestó Maya enfadada-. Él se compadece tanto de sí mismo que olvida por completo que es la desgracia de todo nuestro pueblo. Incluso ahora, después de tantos años, cuando se le pregunta por qué huyó, evita dar una respuesta.

– Pero también Nimi huyó -dijo Mati-. Y los propios animales huyeron. Tú sabes cómo empiezan las mofas. Y las burlas. A veces también yo pienso en huir de ellos, de todos ellos, de la casa, de los padres, de los niños, de los adultos, de mis hermanas, de todos. Que piensen que tengo relinchitis. Huir y vivir solo en una cueva en el bosque y que nadie me diga todo el día «esto se hace», «esto no se hace», y «¿cómo no te da vergüenza?».

– Pero, Mati -le contestó Maya-, cuando tú sueñas con huir, no sueñas también con llevarte contigo todo aquello que crece. O el agua. O la luz. Y tampoco sueñas con volver por las noches para vengarte de todos.

Entonces se hizo el silencio. Hasta que Nehi les dijo:

– En realidad, vosotros dos también habéis huido. Y ahora todo el pueblo está preocupado por vuestra culpa, y vuestros padres están desesperados y completamente destrozados.