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© 1984
Arthur J. Goldberg.-¿Cómo explica el cambio?
Carlton J. H. Hayes.-Alemania necesitaba más del wolframio que de la División Azul, consintió en renunciar a ésta a cambio de que fuese pagada su cuenta por los voluntarios de dicha división y que el saldo a su favor se hiciese efectivo mediante los envíos de wolfram.
Arthur J. Goldberg.-Pero usted siguió comprando, ¿no es así?
Günter Weiss.-Ésa era mi misión.
Arthur J. Goldberg.-¿Hasta el final de la guerra?
Günter Weiss.-Sí, señor.
Arthur J. Goldberg.-¿No se había llegado mucho antes a un acuerdo?
Carlton J. H. Hayes.-Hasta el cuarenta y cuatro, la batalla del wolfram entre los alemanes y nosotros fue reñida y furiosa, lo cual no quiere decir que no se prolongara hasta el final, en realidad no fue un acuerdo.
Arthur J. Goldberg.-Puede saberlo mejor que nadie, ¿cuál era su empleo en aquellas fechas?
Carlton J. H. Hayes.-Embajador de Estados Unidos en Madrid.
Arthur J. Goldberg.-¿Y el suyo, señor Weiss?
Günter Weiss.-Adherido a las Minas del Eje.
Arthur J. Goldberg.-¿Puede concretarnos la situación geográfica de sus actividades?
Günter Weiss.-En el Bierzo, una región al noroeste de la península Ibérica.
(Departamento de Estado. Comisión de Refugiados Políticos. Especial Goldberg, pp. J518672 y 3. Washington, D. C, 1951.)