38619.fb2
Ascienden hacia un santo patrono
por estos lares aún venerado
las recámaras de papel abultadas y llenas de luz
que viene y se va, como los corazones…
que se alejan, menguan, solemne
y continuamente desamparándonos,
o, en la ráfaga que desciende de una cumbre,
volviéndose peligrosas de repente.
Elizabeth Bishop, El armadillo.