38817.fb2
"No soy drogón, ¿qué decís, mamá?", dice Juani. "No lo digo yo, lo dicen las listas de la Comisión de Seguridad." "Esos pelotudos se creen que fumar un porro es ser drogadicto." "¿Vos fumas marihuana?", pregunta Virgina llorando. Juani no contesta. "¿Fumaste marihuana, la puta que te parió?" "Sí… alguna vez." "No te das cuenta de que de eso vas a pasar a la cocaína y de la cocaína a la heroína y de la heroína…" "Para, Virginia", la frena Ronie. "¿Qué hicimos mal?", se lamenta ella. "Ay, mamá…" "No queremos que fumes, Juani", le dice el padre. "Fumé alguna vez, nada más." "No lo vuelvas a hacer." "Todos fuman, papá." "¡Pero en la lista no están todos, estás vos!", grita la madre. "Para, Virginia." Virginia llora, golpea con el puño cerrado la mesa. "Mañana mismo empieza una terapia, y si hace falta lo internamos." "Qué terapia, mamá, me fumé un porro nada más." "¿Nada más?, nada más, la puta que te parió, y estás en una lista de drogadictos?" "¿Pero a vos qué es lo que te preocupa, que me fumé un porro o que estoy en esa lista?" Le da vuelta la cara de un cachetazo. Ronie la aparta. "Cálmate, que así no vas a arreglar nada, Virginia." "¿Y cómo mierda lo pensás arreglar vos?" "Todos los chicos fuman, mamá." "No te creo." "¿Por qué te crees que nos dicen los fumancheros?" "¿Que te dicen qué?" "A mí no, a todos." "No te creo." "¿Quién te la vendió?", pregunta Ronie. Juani no contesta. "¿Quién te la vendió, carajo, que quiero ir a cagarlo a trompadas?" "Nadie, papá." "¿Y de dónde la sacaste?" "Me convidaron." "¿Quién?" "Cualquiera, alguien, uno sale, compra, trae, y fumamos todos." "A mí no me importa si fuman todos, pero yo no quiero que vos fumes." "Papá, fumé dos, tres veces, cuatro a lo sumo." "No fumes más." "¿Por qué?" "¡Porque vas a terminar internado por sobredosis!", grita su madre. "Porque no quiero", dice Ronie. Juan no dice nada, mira sus zapatillas, se mete las manos en los bolsillos. "Ya probaste, ya sabes qué es, ¿necesitas seguir fumando?" "No, si hace mil que no fumo." "No fumes más." "Okey." "No fumes más, ¿así arreglas las cosas vos?", dice Virginia. "¿Y vos cómo las querés arreglar, gritando como una loca?" "¡Ahora lo único que falta es que la culpa de que se drogue la tenga yo por gritar!" "Yo no me drogo, mamá." "Fumar marihuana es drogarse." "Tomar Trapax también." Virginia tira otro cachetazo que Juani esquiva en el aire y sube llorando las escaleras. Ronie se sirve un whisky. Juani agarra los rollers, se los pone. "¿Adonde vas?", le pregunta el padre. "A lo de Romina." Se miran. "¿Puedo?" Ronie no contesta. Se va. Ronie sube a hablar con Virginia. La encuentra revisando. Revisa cada cajón del cuarto de su hijo, cada bolsillo, cada mochila, debajo de la cama, dentro de revistas, libros, en cajas de CD, detrás de la computadora. Ronie la mira, la deja hacer. Revisa ese día, y el que sigue, y el otro. "¿Hasta cuándo vas a seguir revisando?", le pregunta. "Siempre", contesta su mujer.