38963.fb2 Los d?as del arco iris - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 8

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Capítulo 7

Tocan el timbre. Según el plan «Baroco», no puede ser mi padre pues él tiene llave de la casa. Si son los policías, entonces, o vienen a llevarme a mí o quieren registrar el escritorio del papá. Me levanto de un brinco y veo lo que tiene sobre la mesa. Es un documento dirigido al ministro de Educación, señor Guzmán, pidiendo que nuestro liceo, donde él enseña y yo estudio, dejé de estar a cargo de un oficial del ejército. Que la presencia de ese oficial en el colegio más antiguo del país es una ofensa contra la dignidad de los maestros y contra la libertad de expresión. El manifiesto dice arriba los «abajo firmantes», pero la vínica firma que aparece es la del profesor Santos. Hago con ese documento una bola de papel y la arrojo por la ventana.

Insisten con el timbre y me pongo el abrigo. Si me van a llevar es mejor ir abrigado. Soy muy friolento. En los recreos siempre busco las paredes soleadas y me encojo de hombros como si así pudiera acumular calor. Cuando abro, la persona que está con su dedo aún presionando el timbre es Patricia Bettini. Salta sobre mí y me abraza. Me dice:

– Mi pobrecito amor.

Luego me pregunta si he almorzado. Le digo que me cargan las papas rellenas. Ella va hasta la cocina y prepara una omelette con aceite, huevos, queso y tomate. La divide en dos. Yo le pongo a mi porción sal y unto en ella un trozo de marraqueta. Ella no le pone sal porque dice que engorda. Está llena de teorías para llevar una vida sana, desprecia la sal y la mantequilla, y es fanática del teatro de Ionesco. Actuó en La cantante calva haciendo la señora Smith. Bueno, todos en La cantante calva se llaman Smith. Pero ahora, cuando salga del colegio, no va a estudiar teatro sino arquitectura.

– Tenemos que encontrar a tu padre -me dice.

– ¿Cómo?

– Preguntando en todas partes.

– Yo hice lo que tenía que hacer.

Y le cuento todo lo del silogismo «Baroco». Ella escucha con atención y niega moviendo la cabeza.

– En estos casos los que pueden hacer algo no son la gente buena, porque todos tienen miedo. Hay que tratar de que los otros hagan algo.

– ¿Los malos?

– Nadie es ciento por ciento bueno ni totalmente malo.

– Mi papá piensa que tú no tienes principios. Y que una persona ética debe tener principios.

– Tengo principios. Mi principio es que quiero a tu papá y te quiero a ti.

– Ésos no son principios, son sentimientos.

– Bueno, entonces mis principios son mis sentimientos.

Patricia Bettini no responde, saca de su cartera una cassette y la coloca en el Sony. Se trata de Billy Joel y el tema es Just the way you are. Es en inglés, y va así:

Mira, no cambies por complacerme,

no creas que por serme tan familiar

ya no me gusta mirarte.

No te abandonaría

en tiempos difíciles,

jamás lo haría,

me diste los años buenos,

tomo también los años perros

porque me gustas tal cual eres.