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2 de enero
Al señor general don Leandro Gómez:
Después de la obstinada resistencia hecha por la guarnición de su mando, sin esperanza alguna de salvación, no puede hacerse lugar a la tregua que V. S. solicita en su nota de ayer que acabamos de recibir, no obstante los derechos de la guerra que invoca.
Dentro de las ocho horas de tregua que V. S. solicita, debemos hallarnos en posesión de esa plaza. Conceder esa tregua sería concurrir por nuestra parte al aumento de las calamidades de la guerra y si V. S. desea que se atienda a los heridos y que se dé sepultura a los muertos, evitando al mismo tiempo la ruina de la población y la efusión de sangre, cuya responsabilidad pesa exclusivamente sobre V.S., ríndase con la guarnición a su mando en calidad de prisioneros de guerra, en cuya condición serán tratados con las consideraciones debidas, única proposición que podemos hacerle.
Dios guarde a V. S. muchos años.
Venancio Flores, Barón de Tamandaré,
João Propicio Mena Barreto