39244.fb2
13 de diciembre
Insomne, demasiado cansado para poder dormir a la hora de la siesta escribió nuevamente: “No es la espera lo que duele. Eso lo puedo soportar. Parece que he esperado toda mi vida de vagabundaje sin sentido a que pasaran cosas, a que llegaran cosas que nunca llegaron; una palabra, supongo, nada más que una sola palabra que me dijera que toda esta espera no sería en vano, que mis días y mis noches de silencio y dolor no serían, después de todo, una eternidad. Una sola palabra y me habría salvado. Nos habríamos salvado. Una sola palabra pronunciada con honor por el coronel Leandro Gómez y esta eternidad se hubiese terminado.
Pero el Coronel no ha dicho ni dirá esa palabra, porque desconoce el vocablo ‘rendición’. Y cuando en voz baja le he mencionado a Raymond Harris que el obstinado comandante parece estar más seguro que nunca, cuando en apariencia no tendría ningún motivo para estarlo, el inglés se quedó pensativo y luego, con su cinismo de siempre, se ha encogido de hombros y me ha contado que un compatriota suyo, un tal Oliverio Cromwell, ha dicho que ‘el hombre no avanza nunca tan seguro, como cuando no sabe adónde va’”.