40321.fb2
– Te voy a extrañar, hijita.
– Está bien, papá. Déjame subir que se va el micro.
– Cuidate, Lali. Abrigate y come bien
– …
– Mamá va a rezar por vos para que salga todo bien.
– ¿Y vos desde cuándo rezas?
– …
– Cualquier problema, nos llamas enseguida. A casa o a mi oficina, donde vos quieras.
– Okey, chau.
– Espera, ¿no me das un beso, hija?
–
– Chau, mamá te quiere, ¿sí?
– Cuidate, por favor, hijita. Y mucho juicio.
– ¿Qué querés decir con mucho juicio?
– Que te portes bien…
– A vos no te pregunté.
– Nada, hija, que no hagas locuras, que no corras riesgos, no sé, no sé qué quise decir.
– Entonces la próxima vez no digas nada.
– …
– …
– Otro besito a papá, ¿sí?
– …
– Chau, Lali.
– Chau, mi amor.
– …
– …
– …
– ¡Qué amarga es, por Dios!
– Está nerviosa, Inés, es eso.
– Es una amarga. No sé cómo me puede haber salido así.
– Saluda, haceme el favor, y cambia esa cara que está mirando por la ventanilla.
– Chau, querida, que lo pases lindo.
– Chau, hijita, cuidate.
Cinco meses después