40432.fb2 Voces del desierto - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 50

Voces del desierto - читать онлайн бесплатно полную версию книги . Страница 50

48.

Scherezade sorbe la infusión de menta y apenas toca los bizcochos. Inquieta por las pequeñas volutas de la historia, no disfruta de los delicados caprichos que Jasmine le ofrece.

La materia de la imaginación, que horas antes le había parecido atrayente, vista con nueva luz resulta defectuosa. Nueva esgrima, pues, contra los personajes ariscos que pretenden dar rumbo autónomo a sus vidas, sin considerar los intereses de Scherezade.

Generosa, ella oye sus voces. Los latidos de aquellos corazones víctimas de la injusticia la acusan de haber montado un panorama impreciso, desprovisto de encanto. Como si ella tuviese que responder por las debilidades que agitan las almas de Simbad, Zoneida, Alí Babá, al borde de la desesperanza.

El duelo trabado entre ella y las criaturas la exacerba. La rebelión se produce justo en medio de la trama, cuando le resulta más penoso reparar los daños causados o proveerlos del sentido del honor. Desatada esta guerra particular, Scherezade quiere devolverles el juicio. Aumenta la voz, les impone obediencia. ¿Dónde se ha visto un desencuentro que los aparte para siempre? ¿Y acaso no habían nacido juntos, como siameses?

Dinazarda sigue las desafinaciones de aquellos insurgentes que reclaman emancipación. Le resultan visibles los problemas de su hermana, aunque los ruidos provenientes de sus historias sean de difícil captación. Llama así la atención de su hermana sobre el peligro reinante, que interrumpa, por favor, el falso diálogo con los personajes. Se siente, no obstante, confundida, pues Scherezade demuestra ser tan insubordinada como aquellas criaturas, en cuyas manos padece como si sintiese placer. Como si, de tal protesta, dependiese su capacidad de improvisar.

Dinazarda se perturba naturalmente. Se pregunta de qué forma engendrar soluciones con los restos de un pecho rebelde como el de su hermana, que acata el bien y el mal como entidades conjuntas e inseparables. Aunque los fallos de Scherezade le pasen desapercibidos al Califa, a ella no se le escapan. Al fin y al cabo, es eximia en descubrir el polvo olvidado en un rincón del palacio. Al prever, pues, el fracaso inminente de Scherezade, le falta el aire, se siente en el desierto, sufriendo el frío de las noches de diciembre. Cierra los ojos, las pestañas se agitan nerviosas, le dificultan la visión de las cosas.

Scherezade, sin embargo, al contrario del temor de Dinazarda, sonríe. No teme ahogarse o pescar escombros en el fondo del mar. Cuántas veces, en medio del peligro, regresa a la superficie con burbujas en la boca, pero con el vocabulario renovado. Expuesta a la muerte, como la noche anterior, había sabido, y muy bien, usar de la artimaña poética para ganar un día más. Había aprendido a sobrevivir con los miserables de la Tierra, aquella escoria humana de Bagdad. Con esta gente, ella justifica sus decisiones y se abstiene de ceder al egoísmo del Califa, férreo oponente de sus sueños.

Dinazarda está pendiente del colapso verbal de Scherezade. Teme que su hermana, a pesar del flujo continuo de su matriz reproductora, se rinda, al final, a la miseria de la vida cotidiana y se agote. Que ya no se abastezca del misterio que sorbe en cada comida, junto con el alimento. Condolida por la soledad de Scherezade, Dinazarda la conduce al lecho después del baño, y que repose, ahora que el Califa le ha concedido un día más.

Es tal su agotamiento que Scherezade desfallece en la cama. Sin importarle, en aquel instante, despertar en la prisión, si ése fuese su castigo. Horas después, al abrir los ojos, sorprende a Dinazarda inclinada sobre ella, observándole las facciones. El conjunto de éstas es triste y ensimismado, jadea discreta incluso durante el sueño. ¿Soñó acaso Scherezade?, y, en ese caso, ¿en qué paraje estuvo? ¿Habrá regresado, de verdad, a los aposentos reales? ¿O serán esos sueños la epopeya que cada individuo forja con el propósito de conseguir el estatuto de héroe y ser feliz?